Los huevos en varias canastas
Siempre es aconsejable dividir riesgos, tanto comerciales como físicos cuando entregamos nuestra cosecha, pero en situaciones como las actuales los números no tienen que hacerse tan “finitos” entre las diferentes opciones; prioricemos la seguridad de entrega y la calidad del grano.
Por Gerardo Gallo Candolo | 10-04-2020 11:00hs
Son momentos de trilla y el manejo de una logística eficiente es fundamental para las empresas. Más en un momento tan complicado como el actual donde hay provincias y municipios que ponen trabas internas al desplazamiento de camiones, solicitudes de autorización para desplazarse por autoridades de todo tipo que ellas mismas desconocen, jurisdicciones que no permiten entrar operarios de otras provincias (pero extrañamente si la cosechadora sobre un carrito), camiones que tienen problemas para acceder a las industrias y puertos del Gran Rosario, entre los innumerables inconvenientes inéditos que sufren los productores, camioneros y contratistas.
Aunque algunos de estos problemas tienen atisbos de solución con reglamentaciones de las autoridades nacionales, el acatamiento pocas veces es inmediato. Es menester en estas condiciones tomar algunos recaudos.
Al cosechar tenemos tres destinos para los granos: A) puerto., B) enviarlo a un acopio del pueblo y C) embolsarlos o silo en el campo.
En tiempos normales se analizan previamente los costos de cada opción: del secado en puerto, “flete del agua” del grano húmedo, gastos de comercialización de las diferentes alternativas, se estudian los presupuestos de fletes cortos, largos etc.; pero todos esos análisis tan detallados quedarán para tiempos normales. Hoy es menester sacar la cosecha asegurando el grano y su calidad.
Uno de los aspectos fundamentales es asegurar la entrega.
Uno de los aspectos fundamentales es asegurar la entrega, ya que son pocos los campos que tienen salida del cereal a rutas asfaltadas. Muchos campos o sectores de él pueden tener mayores riesgos de inundación en otoño en sus accesos y eso debe tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones.
Los productores que acostumbran mandar a puerto, este año ante las dificultades para acceder a Rosario empezaron a ensilar en campo a la espera de mejores condiciones, pero se debería prestar más atención al tema de la humedad y los sitios donde embolsamos.
Evitar confeccionar silo-bolsas sobre rutas o caminos de fácil acceso.
En algunas zonas calientes donde los robos y roturas delictivas son moneda corriente, los productores no embolsan sobre rutas ni en el interior cuando no tienen personal permanente. Ese tema lo debemos tener en cuenta este año por la posibilidad de extenderse estos inconvenientes a otras zonas: evitar confeccionar silo-bolsas sobre rutas o caminos de fácil acceso.
Cuando el grano se cosecha con altas humedad, aunque pensemos que se va a vender en pocos meses, lo recomendable es enviarlo a secar al cerealista. Salvo que sea maíz ración para uso propio no podemos estimar el tiempo que va a permanecer esa bolsa en el campo, porque nadie sabe hoy por cuántos meses podrá extenderse los efectos colaterales de la pandemia.
Conclusión: Siempre es aconsejable dividir riesgos, tanto comerciales como físicos, pero en situaciones como las actuales los números no tienen que hacerse tan “finitos” entre las diferentes opciones; priorizamos la seguridad de entrega confiable y la calidad del grano.