Córdoba sufrió el peor incendio de los últimos 12 años. Desde el 15 de agosto el fuego arrasó más de 40.000 hectáreas en el noroeste de la provincia afectando bosques nativos, campos productivos, fauna autóctona, animales de pequeños productores y viviendas. Si bien no hubo que lamentar víctimas fatales ni heridos, más de 100 personas continúan evacuadas.

Luego de días de combate en los que intervinieron personal de Defensa Civil, brigadistas del Plan del Fuego, bomberos, pilotos de aviones y helicópteros hidrantes y policías, el secretario de gestión del Riesgo de la provincia, Claudio Vignetta, informó que todos los frentes de incendios forestales se encuentran contenidos, sin focos activos. Sobre este punto explicó que ahora se inicia la guardia de cenizas para evitar que el fuego se reinicie.

Frente a las grandes pérdidas, el Gobierno de la provincia oficializó ayer, mediante el Decreto 617, la declaración del estado de “desastre agropecuario” que alcanzará a productores agrícolas, ganaderos, forestales, apícolas y frutihortícolas afectados por incendios en zonas productivas de la provincia. Además la medida estableció que regirá desde el 1° de agosto hasta el 31 de julio de 2021.

De acuerdo al artículo 2 del instrumento publicado en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo provincial exime “del pago de las cuotas 8 a 12 del año 2020, la parte proporcional del Adicional del Impuesto Inmobiliario Básico Rural y la parte proporcional de las diferencias de impuestos que pudieran surgir correspondiente a la anualidad 2020, y de la Contribución Especial para la Financiación de Obras y Servicios del Fideicomiso para el Desarrollo Agropecuario (FDA)”.

“El fuego se está llevando el esfuerzo de muchos” dijo el director suplente del Distrito 2 de la Federación Agraria Argentina (FAA), Mario Aguirre, que si bien reconoce el anuncio de Schiaretti, alertó que los pequeños productores “necesitaremos urgente asistencia para poder subsistir”. “Cuando se termine de controlar, tendremos que idear un trabajo en conjunto entre Gobierno, entidades agropecuarias, INTA, Senasa, universidades y comunidad en general para recuperarnos de este duro golpe que estamos recibiendo y salir adelante entre todos”, añadió.

Mientras tanto, el ministro de Agricultura y Ganadería de la provincia, Sergio Busso, intentó aclarar algunas versiones que surgieron en redes sociales respecto a los incendios. Durante una entrevista para Canal 12, el funcionario se refirió a las denuncias de grupos ambientalistas que aseguran que el fuego tendría origen por dos causas: la actividad agropecuaria, que busca expandir su zona de influencia, y los proyectos inmobiliarios.

Sobre el tema de su injerencia, Busso afirmó que la zona no es apta para la siembra de soja por lo que “no hay zona para ampliar la frontera agrícola, hay zona para producir ganado bovino y caprino en menor escala, porque son todos productores pequeños”. Además comentó que estuvo en la zona afectada por los incendios “y no vi a ningún ambientalista acompañando a los productores o a la gente del lugar” y llamó a “poner todo el esfuerzo para remediar el daño causado y dejar el dramatismo y las posturas extremistas para otro momento”.

La consecuencia de estos 14 días de incendios no sólo es económica, sino que también representa un "incalculable el daño ambiental”, según afirmó el coordinador del Observatorio Regional del Cambio Climático de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Luis Tuninetti. El docente e investigador sostuvo que “la pérdida de biodiversidad y la disminución de la capacidad de captación de los suelos”, es imposible de cuantificar y que la recuperación de los procesos sistémicos alcanzados por el fuego “no sólo dependerá de las condiciones climáticas, sino también de las acciones que implementará el Estado en un corto y mediano plazo”.

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