Los focos de incendios forestales que vienen teniendo lugar desde hace varias semanas afectan ya a 13 provincias, de acuerdo a lo reportado por el Sistema Nacional del Manejo del Fuego (SNMF). El Gobierno nacional, para combatir los siniestros, elaboró un plan de despliegue que incluye envíos de aviones hidrantes y brigadistas.

Las llamas alcanzaron actualmente a las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, San Luis, Jujuy, Tucumán, Salta, Catamarca, Corrientes, Misiones y Chaco y las autoridades del Consejo Federal de Medio Ambiente detalló que "trabajan con las provincias para que puedan fortalecer sus estructuras de manejo del fuego".

Los daños provocados por los incendios continúan latentes, registrándose focos activos en 11 de las 13 provincias que se vieron afectadas por los incendios. Desde Nación, se enviaron a todas las provincias que aún combaten el fuego aviones hidrantes y brigadistas para complementar las gestiones provinciales.

A Córdoba, donde la superficie afectada supera las 146,000 hectáreas y se encuentran en riesgo 18 localidades, el Gobierno nacional envió siete aviones hidrantes y puso a disposición a 70 brigadistas nacionales para sofocar el fuego. Por su parte, a Santa Fe y Entre Ríos, se desplegaron dos avión hidrantes y otro vigía del SNMF, complementando con el trabajo de la brigada forestal de la Policía Federal Argentina y 22 brigadistas nacionales.

El Gobierno también envió dos aviones hidrantes a Jujuy y uno a Corrientes. A San Luis, se envió una aeronave y 80 brigadistas que se movilizan desde diferentes puntos del país para colaborar en la mitigación del fuego. Tucumán, por su parte, recibió como ayuda un avión hidrante y una brigada de la Policía Federal Argentina.

La causa de estos incendios, de acuerdo al reporte que brindó el Sistema Nacional del Manejo del Fuego, "es en un 95% de los casos, consecuencias de las intervenciones humanas como las preparaciones de área de pastoreo con fuego; la realización de fogatas, colillas de cigarrillos mal apagadas y el abandono de tierras".

Las intervenciones humanas, en conjunción con la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes impulsan las llamas día a día complicando la situación al limite.

Los incendios, además del impacto medioambiental que implican, están impactando negativamente en la producción ganadera, en la que se registran grandes pérdidas de animales vacunos y menores, sumados a los daños en alambrado perimetrales e internos.

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