Hace 125 años, un 4 de julio de 1895 nacía en la localidad de Esperanza, provincia de  Santa Fe, Esteban Laureano Maradona, un médico rural que dedicó su vida a sanar a las personas en situación de vulnerabilidad social,  particularmente en el noreste argentino.

El doctor Maradona ejerció durante más de cincuenta años la medicina en Estanislao del Campo,un paraje distante en la provincia de Formosa. Hoy, parece mentira que luego de casi 100 años, los profesionales de la salud sigan pasando por las mismas carencias y desafíos a los que el "Doctorcito Dios" (como lo llamaban),  hacía frente con su gran labor humanitaria.

Los médicos rurales son médicos generalistas, tienden a tratar a las personas de manera integral y personalizada, teniendo en cuenta su entorno social y sanitario. Se alejan de las ciudades y las comodidades de centros de salud mejor equipados y con mayores recursos, para asistir las necesidades de las personas, allí donde la salud no sólo depende de factores biológicos  sino que también de factores sociales, económicos, culturales, psicológicos y ambientales.

El Agrario dialogó con profesionales que dedican sus días atender a pacientes en el ámbito rural, sobre la necesidad de mostrar las adversidades a las que hacen frente y profundizar sobre su vocación de médicos generalistas dispuestos a hacer su carrera en lugares inhóspitos.

Walter José Coscio (42) es médico especialista en terapia intensiva de la localidad de Mercedes, provincia de Corrientes, y trabaja  hace 11 años en varios Parajes del Departamento, como médico rural.

"Atiendo a las  personas que se presentan al lugar de atención preestablecido", contó a este medio el médico de Mercedes y detalló que el espacio en el que se da la consulta "varía según el paraje que se visite y de las condiciones climáticas que influyen en la movilidad de las personas".

Ahora se suma la pandemia  COVID-19   que influye en el temor del contagio desde los pacientes a nosotros y desde nosotros a las pacientes.

La salud de las personas depende de varios factores y quien mejor que un médico insertado en la comunidad rural para hablar de estas situaciones: "Son más que nada, sociales, educacionales, económicos y de recursos limitados. Ahora se suma la pandemia  COVID-19 que influye en el temor del contagio desde los pacientes a nosotros y desde nosotros a las pacientes", indicó como nuevo factor el Dr. Coscio.

En relación a las características de los pacientes explicó que "se trata de una población adulta y adulta mayor, que en su mayoría  presentan enfermedades crónicas, artrosis, hipertensión arterial, diabetes, etc. Son personas amables, desconfiadas inicialmente, luego te abren todas las puertas y tienen muchas necesidades de tecnología agropecuaria y de conectividad", explicó.

Por su parte, la Doctora Mirtha Judith Carrión (46)  que vive en Garruchos,  Departamento de Santo Tomé, provincia de Corrientes explicó: "Atiendo  hace 16 años en el centro de Salud y en un Centro Integrador Comunitario de Azara en Misiones, a 17 km de Garruchos".

La doctora contó que su trabajo consiste en atender todo tipo de consultas: niños, adultos, ancianos, embarazadas y controles de emergencias."Habitualmente atiendo a 30 personas por día,  sumadas las emergencias que no tienen horario. También atiendo en una escuela rural cada 15 días,  ahora suspendida por la pandemia", explicó.

La posición que ocupa la médica rural le permite realizar intervenciones adecuadas a las necesidades de  la población y con mayores probabilidades de éxito empleando los recursos que ponen a su disposición en el centro o unidad de salud, poniendo a prueba la experiencia profesional,  siendo la mayor riqueza de la medicina rural la capacidad  humana para solucionar problemas.

Frente a esto la doctora detalló: "Los desafíos son muchos, cuento con  pocos recursos en el centro de salud. La unidad está orientada a la atención primaria. Tengo 5 camas donde hago internaciones breves que no requieren complejidad. Para realizar radiografías, partos, cirugías u otros estudios de emergencia, tengo que derivar a los pacientes al hospital de referencia de Virasoro, a 40km de aquí por camino de tierra. Cuento con  una sola ambulancia y hace meses que no recibo insumos básicos como: jeringas, agujas, gasas, inyectables de emergencia, etc". 

Estar sola y tener que  tomar decisiones sin poder realizar interconsulta con algún colega o especialista.  No cuento con internet ni con teléfono fijo.

"Pero el gran desafío", agregó: "es  estar sola y tener que tomar decisiones sin poder realizar interconsulta con algún colega o especialista. No cuento con internet ni con teléfono fijo".

Mirtha también hizo hincapié en la  importancia del vínculo con los pacientes: "Al principio los pacientes venían cuando ya pasaron por la curandera o probaron con los medicamentos caseros, haciendo pasar un tiempo que a veces crucial"y subrayó que la confianza cambió:"ahora ya nos conocemos mejor  y saben que con los niños no hay que esperar y en el caso de mujeres  embarazadas tomaron conciencia de lo importante del control en tiempo y forma".

Todo mejoraría si los que tienen poder de decisión nos visitarán más y vieran la realidad que se vive en pueblos tan alejados de la capital.

Por último, la doctora hizo mención a la necesidad del reconocimiento de la profesión y expresó su vocación de servicio en la comunidad: " Yo nací acá, salí a formarme a otro lugar,  regresé y conozco bien a la población. Mi padre fue médico rural de esta zona,  cuento con ese plus de ventaja" y  enfatizó: "Todo mejoraría si los que tienen poder de decisión nos visitarán más y vieran la realidad que se vive en pueblos tan alejados de la capital".

Fotos: Ana Escobar