La iniciativa tiene como objetivo "remover los nutrientes de los efluentes, bajar los niveles de materia orgánica y aumentar los indices de oxígeno", según anunció la FAUBA. El  agua que resulte de éste proceso podrá ser reutilizada para el riego, cultivos hidropónicos y otros usos que no requieran que el agua sea 100% potable.

A su vez, "la biomasa de microalgas resultante del tratamiento de efluentes podría luego utilizarse como biofertilizante o suplemento alimenticio para animales, dependiendo de su calidad".

Las técnicas desarrolladas por la FAUBA están siendo puestas en práctica por alumnos de la Escuela Secundaria Técnica N°3 de Lomas de Zamora, con el asesoramiento de un plantel docente de la Facultad con amplia experiencia en la materia. Para la ocasión, los alumnos de la escuela técnicaconfeccionaron un fotobiorreactor donde se desarrollan las microalgas fotosintetizadoras a expensas de los nutrientes, y un filtro natural de grava y arena que retiene las algas y deja pasar el agua tratada.

Las prácticas se desarrollaron, hasta el momento, en los arroyos bonaerenses de Las Piedras y San Francisco, en los cuales se detectó la presencia de hierro, calcio, magnesio y altos niveles de nitrógeno y fósforo. Luego del tratamiento con microalgas, los análisis demostraron la disminución en la concentración iónica y mejoras en parámetros como el PH, oxígeno y conductividad eléctrica.

La biomasa de microalgas resultante del tratamiento de efluentes podría luego utilizarse como biofertilizante o suplemento alimenticio para animales, dependiendo de su calidad

"Se trata de una tecnología de bajo costo y bajo consumo energético que podrían adoptar las fábricas de la provincia de Buenos Aires para sanear sus efluentes", afirmó Alejandra de los Ríos, docente de la facultad.