Moha: opción corta y cumplidora
Por Gerardo Gallo Candolo | 13-12-2020 09:30hs
Los últimos meses del año son momentos que ponen a prueba nuestra capacidad de organización, sobre todo en la planificación de actividades de la maquinaria: siembras agrícolas y de verdeos de verano, desmalezadas, confección de rollos, cosechas de la fina y luego las siembras de segunda, y no olvidemos las pulverizaciones necesarias para mantener todas las actividades en orden. Aunque muchas de ellas se derivan a contratistas, los tiempos y la planificación deben seguir la estrategia marcada por el productor de acuerdo a los objetivos a perseguir.
En todos los casos debemos tener a mano los rindes en pasto o silo para estimar la superficie a sembrar de cada forraje, en caso de no contar con ello debemos acercarnos al INTA de la zona o preguntar a un tambo cercano.
La siembra de maíz, sorgos y mohas para verdeos de verano, ya sea para comer en pasto o confección de silos o rollos deberían formar parte de una planificación forrajera previa; donde estimamos las entradas y salidas de hacienda, además de los engordes en caso de las categorías de invernada. De esa planificación anual debe surgir también las futuras siembras de verdeos de invierno. En todos los casos debemos tener a mano los rindes en pasto o silo para estimar la superficie a sembrar de cada forraje, en caso de no contar con ello debemos acercarnos al INTA de la zona o preguntar a un tambo cercano, que seguramente cuentan con todos esos datos para estimar ese rendimiento esperado.
Siempre es importante tener reservas para el invierno, sobre todo cuando nos manejamos al límite de la carga. En caso de las categorías de engorde contar con una reserva en granos es fundamental. En caso de los vientres para cría eso se hace inviable desde el punto de vista económico, por eso es importante contar con reservas de heno para “estirar” los naturales o praderas donde nuestras vacas pasan el invierno. Lo normal es contar con rollos para cumplir con ese objetivo.
En los campos mixtos se utilizan los excesos de primavera de las buenas praderas para hacer esos rollos, imposible de consumirlos a diente, pero ante la falta de praderas en los últimos años se vienen utilizando mohas para hacer los rollos necesarios para mantener una buena reserva de alimentos para inviernos complicados.
La moha como alternativa
La moha es un excelente forraje de ciclo muy corto, 55 a 70 días, que responde muy bien a la fertilización nitrogenada como toda gramínea. Se siembra desde fines de Octubre (variedades más largas) hasta principios de enero y puede ser antecesor de pradera, verdeo de invierno e incluso silo de maíz si se la siembra temprano. Tolera muy bien períodos de stress hídrico y no se le conocen enfermedades o plagas que lo afecten; además de competir muy bien con las malezas.
La calidad del forraje es muy buena: digestibilidad alrededor del 65%, proteína de 12 a 15%, pero hay que tener en cuenta solamente dos cuestiones: cortar al principio de panojamiento para aprovechar su máxima calidad, y no dejar de usar segadora acondicionadora vigilando muy bien su trabajo, y esperar lo necesario para que baje su humedad y en forma uniforme. Atención, que al hacer los rollos con demasiada humedad corremos el riesgo que se prendan fuego. Es mejor esperar un par de días demás que de menos.
En resumen la moha es una excelente herramienta, de bajo costo, que tenemos a nuestro alcance para cubrir necesidades de forraje y que se adapta a varias alternativas de rotación por su ciclo corto y rusticidad.