Negocio millonario: Sandías Cuadradas
El auge del negocio de los moldes para frutas que disparan su valor.
Por Redacción El Agrario | 03-02-2020 05:00hs
En 1978, el agricultor japonés Tomoyuki Ono comenzó a pensar ideas para que la sandía pueda ser transportada con más facilidad y no ocupe tanto espacio y se encontró con una solución que hoy día causa furor entre los sectores más adinerados de Asia: sandías cuadradas.
No se trata de una especie modificada genéticamente, sino de una técnica de cultivo fuera de lo tradicional: durante el proceso de crecimiento de la fruta, en plena maduración, se la introduce dentro de un molde que tiene la forma deseada, al terminar de crecer se obtiene una fruta característica con las más diversas formas, con sello propio.
Si bien parece sólo un detalle, estas sandías con forma cuadrada se comercializan en Asia como un bien de lujo, cuestan el triple que las sandías tradicionales, su precio oscila entre los 300 y 600 dólares. Su valor es principalmente ornamental, ya que en términos de gustos o valor nutricional, no se obtienen diferencias.
Este tipo de frutas es especialmente codiciado dentro del mercado japonés, ya que las practicas sociales y culturales niponas incluyen el regalar frutas como símbolo de respeto y afecto. El valor de estos obsequios determinan el nivel de respeto o estima y sin duda una sandía de 300 euros es un regalo preciado.
El éxito de la sandía cuadrada generó que se utilicen los mismos métodos en otras frutas y verduras. La empresa "Fruit Moulds" comercializa internacionalmente moldes para manzanas con forma de corazón; moldes para calabazas con la cara de Trump, Frankenstein, entre otras. También venden moldes cuadrados para naranjas, peras, manzanas y más. Uno de los moldes más exóticos es un molde con forma de buda para moldear peras, que cuando alcanzan la madurez tienen forma de un bebé.
Esta técnica además de revolucionar el consumo de frutas, se convierte en una gran alternativa para darle un valor agregado a las frutas que por sus formas, ya sea por curiosidad o por opulencia, tuvieron picos de ventas en los principales mercados del mundo