El sector ovino en la Argentina tiene un alto potencial de desarrollo, según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), la exportación de Carne Ovina creció un 38% de enero a octubre de 2020, certificando envíos por 3.892 toneladas a China, Omán, Israel, Brasil y España, entre otros destinos. De esta manera, el escenario mundial plantea un aumento sostenido del consumo de carne y fibras. Siendo en su mayoría productos de frigoríficos Patagónicos, quienes tienes las puertas abiertas para exportar al mercado Europeo por ser territorio libre de Aftosa.

Desde la provincia y el resto de la Región Centro de nuestro país, se trabaja en la viabilidad de exportación de carne ovina deshuesada a la Unión Europea.

 “Para lograr este objetivo, se requiere un esfuerzo mancomunado entre los productores, la industria y el gobierno junto al SENASA y otras instituciones descentralizadas y elaborar un protocolo de exportación carne de alta calidad proveniente de corderos pesados precoces(en 5 a 7 meses se logra una carcasa de 16 a 24 kg) obtenidos del cruzamiento entre razas carniceras; siendo una carne tierna, sabrosa, jugosa, magra y de alta calidad alimenticia. Se trabaja desde la provincia en abrir nuevos mercados a nuestras carnes”, indicó Ismael Horacio Faverio, coordinador provincial UEP Ley Ovina Buenos Aires, del  Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA).

Asimismo, el médico veterinario matrícula del colegio veterinario de Bs As - 4241, realizó de manera exclusiva para este medio, una aproximación sobre la actividad ovina en la Provincia de Buenos Aires, abarcando las características de la actividad por región en la provincia, destacando los ejes de trabajo desde el MDA, detallando el crecimiento ovino con el desarrollo de nuevas y modernas razas que se instalaron en el territorio bonaerense, entre otros temas.

- El sector Ovino en la provincia, ¿en qué se focaliza y como se trabaja desde el MDA?

Respecto a las características por región, en la zona Sur y Sudoeste se cría mayoritariamente hacienda de razas orientadas a la producción de lanas finas o cruza fina (Merino, Merino Dhone, Corriedale fino); mientras que en la Cuenca del Salado, Oeste, Norte y Mar y Sierras la producción está muy definida hacia la producción de carne ovina.

Buenos Aires tiene un gran potencial para la cría de animales de razas carniceras y sus cruzas debido a la buena calidad de sus suelos, que permiten con buen manejo, aumentar la carga animal implantando pasturas y con pastoreos rotativos. La media de la provincia a campo natural, donde entra una vaca con su cría, entran 6 ovejas con sus corderos; y con un buen manejo sobre pasturas y más tecnificado, ese número puede llegar a 12, 20 y más ovejas por ha.

Por ejemplo, un cordero pesado (38 a 50 kg vivo) de 16 a 24 kg de carcasa; proveniente de cruzamientos con razas carniceras y dando una carcasa que se puede trozar y vender en bifes y distintos cortes, como una res vacuna o porcina.

Desarrollamos campañas de consumo de carne ovina, promocionando con videos la elaboración de distintos platos elaborados por diferentes chefs, sus maridajes y generando degustaciones difundiendo las características organolépticas del producto y sus beneficios y ventajas respecto otras carnes. Además, se promueven cursos de cocina y elaboración de otros sub productos como chacinados y salazones.

- Ley Ovina, ¿Qué implica o qué se busca con esta Ley?

Desde la Ley Ovina Nacional 25.422 se intenta recuperar la cultura ovina, promoviendo la radicación rural, el agregado de valor a los productos ovinos y la innovación tecnológica aplicada a la producción Ovina.

En la Provincia de Buenos Aires, se destinan recursos al sector primario a fin de aumentar la majada provincial para obtener una masa crítica productiva que genere negocios orientados a la lana, carne y leche ovina; aportando apalancamiento financiero para el crecimiento del sector para compra ovejas, carneros de alta calidad genéticas, mejora de instalaciones, implantación de pasturas, etc.

También en los últimos años se apoyó fuertemente a las empresas de esquila con el fin de modernizar su equipamiento y prestar un mejor servicio de esquila y acondicionamiento de lana, bregando por un mejor bienestar animal (se realiza una esquila suelta o desmaneada).

Asimismo se dio apoyo a la industria frigorífica, con el fin de aumentar y modernizar las salas de faena y sus equipamientos de frío aumentando la capacidad de faena ovina, prestando servicio de fasón a productores interesados en vender como carne su propia producción de corderos.

En Buenos Aires se pasó de 11.427 UP con ovinos en 2002 a 25.301 a mayo de este año, es decir 13.874 UP más (Un crecimiento del 121 %) y respecto al stock pasamos de 1.444.800 en 2002, a 2.166.063 a mayo de 2020, (crecimos un 50 %).

En abril del año 2021 vence la vigencia de esta ley, se está trabando a nivel Nacional entre las distintas asociaciones de productores y las autoridades provinciales y nacionales, con la finalidad de prorrogarla por otros 10 años dado que ha sido una herramienta del Estado exitosa que ha logrado aumentar el stock ovino, generar el desarrollo de nuevas razas modernas con fuerte perfil carnicero (crece la demanda por razas deslanadas como la Dorper y Santa Inés en nuestro territorio), con crecimiento de las cabañas de razas Texel, Hampshire Down, Corriedale y Romney Marsh, que realizan un importante trabajo de mejora en la calidad genética; y sobre todo generadora de trabajo.

En Buenos Aires se pasó de 11.427 UP con ovinos en 2002 a 25.301 a mayo de este año, es decir 13.874 UP más (un crecimiento del 121 %) y respecto al stock pasamos de 1.444.800 en 2002, a 2.166.063 a mayo de 2020, (crecimos un 50 %) datos del SENASA; agregándose a ello el desarrollo de nuevas y modernas razas que se instalaron en nuestro territorio y la aplicación de mayor tecnología en su manejo.

La renovación de la Ley Ovina se trataría en el período legislativo del próximo año.

- ¿Cómo se trabaja en los procesos de cuidado de los ovinos?, ¿Cuáles son las principales dificultades?

Buenos Aires posee características pecuarias de país verde, con baja contaminación ambiental, crianza de hacienda a cielo abierto, sin uso de hormonas y con buen status sanitario, forma parte de la Región Centro, con una superficie de 307 mil km2, con más de 2,17 millones de cabezas ovinas, lo que representa más del 13% del stock nacional, distribuidas en más de 25 mil unidades productivas.

La producción ganadera ovina bonaerense es desarrollada en todo el territorio provincial, debido a sus condiciones de adaptabilidad –Rusticidad- así como también a su importancia en el planteo de esquemas de rotación, manejo y recuperación de suelos, como actividad mixta, (agricultura, ganadería vacuna y ovina) y en superficies de tamaño diverso, pero adecuadas al tipo de actividad que desarrollan. Se encuentran campos que van desde pequeñas majadas de consumo a otros con más de 3.000 ovejas.

La  estructura de las majadas es similar en los sistemas orientados a una producción doble propósito (carne-lana) o netamente carnicera; y en todas ellas es generadora de más puestos de trabajo y arraigo rural.

Dentro del territorio provincial se encuentran casi todas las razas existentes en nuestro país, con un predominio de las de doble propósito como Corriedale, Romney Marsh, Lincoln y Pampinta, con un gran avance de las razas carniceras como Hampshire Down, Texel, y sus cruzas, observándose últimamente mucho interés por la cría de razas deslanadas (Dorper y Santa Inés).

Hoy aporta más de 600 mil animales a faena lo que representan 9 mil toneladas de carne con hueso y cuenta además con más de 20 frigoríficos habilitados para faena de ovinos, con una capacidad diaria que supera los tres mil animales / día.

Como recursos forrajeros para la alimentación de las majadas, se destaca el campo natural, alcanzando valores promedio superiores al 50%, al que se le suman verdeos, pasturas y rastrojos.

Buenos Aires, por sus condiciones agroecológicas, económicas y climáticas, sumadas a la disposición de biotecnologías, tecnologías de procesos y capital humano capacitado, tiene un enorme potencial para incrementar la producción y calidad de su carne.

Hoy aporta más de 600 mil animales a faena lo que representan 9 mil toneladas de carne con hueso y cuenta además con más de 20 frigoríficos habilitados para faena de ovinos, con una capacidad diaria que supera los tres mil animales / día.

La informalidad como dificultad

Hoy todavía es una actividad con fuertes índices de informalidad, y vemos que un cordero faenado y comercializado de esa manera, el productor llega a duplicar el valor obtenido comparado a lo que pagan los frigoríficos, igualmente un cordero pesado con buena carcasa ideal para venta en cortes, tiene un precio castigado si supera los 16 kg; por lo que deberemos seguir trabajando sobre el mercado interno en hacer conocer el producto y generar más consumidores de carne de cordero y aspirar en algún momento a exportar este tipo de producto (es una pena faenar un animal de 25 a 28 kg con un peso al gancho de 12 a 14 kg; cuando tiene un potencial en pocos meses más de llegar a producir 24 kg de carne).

- ¿Algo más  que le interese destacar?

El sector ovino está muy vivo, en franco crecimiento, activo y planificando mejorar en forma permanente; destacándose el interés y actitud positiva que vemos que están teniendo los jóvenes y el género femenino hacia esta hermosa actividad pecuaria.

Tenemos también muchas expectativas por el futuro mercado de hacienda de Cañuelas, donde ya está decidido que será también un mercado para remates de ovinos, por lo que tendremos un lugar donde podamos tomar valores de referencia y destinos de estos animales.

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