Con el compromiso de Uatre, el INYM realiza mejoras para los trabajadores de la yerba mate
Rubén Álvez: “Gestionamos para visibilizar la importancia del trabajador dentro de la cadena de valor de la producción de yerba”.
Por Gabriela Simonotti | 08-05-2021 10:00hs
El Agrario entrevistó en forma exclusiva a Rubén Álvez, designado hace tres años por la Uatre para ser director dentro del INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate), en representación de la parte trabajadora. Con él conversamos sobre el sector yerbatero, sus particularidades, la producción y, especialmente, sobre su trabajo para mejorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores de la yerba.
Sobre el INYM
El INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate) es un organismo no estatal que tiene como objetivos promover, fomentar y fortalecer el desarrollo de la producción, elaboración, industrialización, comercialización y consumo de la yerba mate. El Instituto tiene autarquía financiera y operativa, fue creado el 21 de febrero de 2002, con la sanción del Congreso de la Nación Argentina de la Ley 25.564 y su Decreto Reglamentario Nº1240/2002.
El directorio del INYM está conformado por 12 directores, representantes de toda la cadena productiva, iniciando por el presidente y seguido por los representantes del gobierno, los representantes de las cooperativas, de la industria, de los productores y la parte de los trabajadores.
Actividades para el beneficio del trabajador
Rubén Álvez inició esta entrevista clarificando que se desempeña en el organismo “en representación de los trabajadores, los que inician la cadena productiva de yerba mate, la parte de la producción primaria”. Su trayectoria laboral se inició hace varios años, siendo secretario General de la Uatre de la zona de Apóstoles, al sur de la provincia de Misiones, hace 10 años.
Consultado sobre las actividades que lleva adelante dentro del instituto, Álvez explicó que realiza su trabajo a través de la sub-comisión de trabajo, proponiendo la ejecución de diferentes tipos de programas, que son presentados ante el directorio, quienes aprueban la realización de los mismos.
Desde su espacio en el instituto, junto con los otros miembros, presentan distintos proyectos, acompañados con los respectivos presupuestos. Los programas pueden ser variados, ejemplos: de entrega de herramientas a los trabajadores, el jornal diario, y cualquier otro incentivo que tenga relación con los trabajadores.
Álvez se explayó sobre uno de los programas que realizaron desde el INYM, propuesto desde su sub-comisión: “El programa de ropa de trabajo es una iniciativa importante, en el cual nosotros ayudamos a los pequeños y medianos productores; no a los grandes que tienen capacidad de abastecer a sus trabajadores con estos elementos”. El director detalló que ayudan a las PyMEs que tienen, por ejemplo, hasta 10 trabajadores, que es a quienes les cuesta mucho más comprar esos elementos, entonces el INYM compra la ropa de trabajo para que los trabajadores puedan tener el beneficio de contar con la ropa correspondiente para su actividad. Esto no implica que los empleadores no cumplan con la ley, porque ellos tienen la obligación legal de darles la ropa de trabajo a sus empleados y cumplir con las medidas de seguridad requeridas.
“Todo lo que es por ley, se exige”, continuó Rubén, pero ellos en el instituto, a través de su secretaría, ayudan al pequeño productor para aliviarle el impacto económico que significan 10 mudas de ropa, que deben cumplir con todas las normas de seguridad y calidad.
“Con el tema del COVID se hizo un protocolo y entregamos la ropa de trabajo más los kits de seguridad que son bidones de alcohol en gel, su rociador, las mascarillas; todo lo necesario para que los trabajadores puedan tener los cuidados correspondientes en el contacto cotidiano y en el lugar de trabajo”, sostuvo el director representante de los trabajadores. Esos materiales deben ser repuestos por lo que se abre el programa con un presupuesto y, luego de cumplido, y cubierta la necesidad existente, si se presenta la misma necesidad nuevamente, se vuelve a abrir el programa.
Sobre el ciclo de la yerba
Rubén detalló con mucha precisión el ciclo de la yerba. La cosecha de yerba es estacional, va de abril a agosto, después vienen dos meses de prohibición, que son octubre y noviembre, que no se cosecha. Durante ese tiempo se trabaja recuperando la planta, en esos meses se hace lo que se conoce como tareas culturales, que son fumigación, limpieza, poda con serrucho que es en las ramas y los troncos de las plantas que ya no sirven, porque ya no dan brotos. Así se va oxigenando la planta para que dé más brotos nuevos y se pueda cosechar y rendir más.
Al terminar las tareas culturales viene la zafriña de verano que es una época de cosecha, no del grueso, sino que se hace una poda de la planta, es una zafra pequeña pero que también toma mano de obra que se extiende desde diciembre hasta marzo.
Y continuó explicando que en la etapa cultural, en algún momento, con la ley que tienen de permanente discontinuo y continuo, se suscitaron problemas porque el trabajador que era permanente discontinuo era el que trabajaba en la cosecha; si también hacía las tareas culturales y entraba de nuevo en la cosecha lo tomaban como continuo. Entonces, en muchas empresas, para bajar costos, casi se extinguió esa etapa de la tarea cultural. Y ellos enfrentaron la tarea de tratar de recuperar esa etapa que ocupaba una gran cantidad de mano de obra, no la totalidad porque son tareas que requieren menor cantidad de trabajadores. Para entender la relación, Álvez dio como ejemplo que para la cosecha se necesitan 10.000 trabajadores y para las tareas culturales, solamente 2.000.
El funcionario nos explicó que a través de su sub-comisión de trabajo en el instituto, trabajan permanentemente para mejorar las condiciones de trabajo y también para incentivar a que más trabajadores puedan ser blanqueados y que más trabajadores sean contratados.
“Gestionamos para visibilizar la importancia del trabajador dentro de la cadena de valor de la producción de yerba”
Sequías e incendios en la zona yerbatera
Consultado sobre las inclemencias climáticas sufridas en su provincia, nos explicó que las sequías afectaron mucho a la zona el año pasado, tenían que regar muchas hectáreas, utilizaron mucha mano de obra y se necesitó mucha agua que no alcanzó a cubrir las necesidades que tenían. “Afectó mucho a la producción y por suerte a fin de año, los últimos meses, llovió y eso ayudó un poco a recuperar la cosecha”, agregó al respecto .
Y continuó exponiendo que esos factores climáticos son cosas a las que están acostumbrados, que no los sorprenden; ya han tenido sequías, granizo, langostas, el mal de la tela (un hongo parasitoso que inutilizaba la planta) y los fueron tratando a medida que aparecieron.
Trabajadores permanentes y permanentes discontinuos
Rubén nos detalló que en la actividad yerbatera cuentan con un Índice que les indica la cantidad de trabajadores ocupados de acuerdo a la cantidad de kilos cosechados, y también tienen las declaraciones juradas.
Así, saben que hay de 10 mil a 12 mil trabajadores de cosecha en la provincia. De ese número hay una parte que es personal de secadero, que son quienes procesan la yerba, y suele ser personal permanente. Y luego están los trabajadores cíclicos que son los de cosecha, que trabajan los meses de la cosecha gruesa y de la pequeña.
Consultado sobre el origen de los trabajadores de la yerba, Álvez confirmó que estos trabajadores son oriundos de Misiones y de Corrientes, que se mueven entre localidades, y que no vienen trabajadores de otras provincias hacia su zona. Las zonas yerbateras son Misiones y norte de Corrientes.
Yerba mate, bebida nacional
Ante la pregunta de cómo resultó la importación de yerba desde Brasil y Paraguay para los trabajadores Rubén respondió que en 2019 y en 2020 el valor de la hoja verde subió, precisando que el kilo de yerba oficial subió de $25 a $35 por la demanda tan alta que se produjo y el faltante que las condiciones climáticas trajeron como consecuencia.
Consideró que como el productor se vio beneficiado por esos precios al alza, les permitió a ellos, los representantes de los trabajadores, negociar en las paritarias mejores porcentajes de aumento salarial y obtener mayores beneficios para los trabajadores.
Y agregó al respecto que todos los acuerdos tienen cláusulas gatillo por la presión inflacionaria, gracias a lo cual, este año pudieron hacer un reajuste del 14% a principio de año, y para la cosecha gruesa consiguieron un 25% más, en tres etapas, que da un total de 39% de aumento para este año. Y después de septiembre, se vuelven a sentar a negociar por esta cláusula que tienen en cada convenio.
El director del INYM enfatizó que están todo el año trabajando en las paritarias y no esperan a que el Ministerio los autorice a reunirse para discutir salarios; es una negociación continua. En muchos casos, ellos apresuran a la CNTA (Comisión Nacional de Trabajo Agrario) para que salgan las resoluciones de los aumentos en tiempo y forma.
Diálogo con los productores y empresarios del sector
Rubén explicó que tienen muy buena relación con los productores y el sector empresarial yerbatero, porque gracias a todo trabajo de campo que realizan, se conocen con los que manejan la actividad yerbatera en la provincia. Y agregó que ellos eligen el diálogo antes de ir a realizar una denuncia, lo que acelera la resolución del conflicto que tenga el trabajador.
“También trabajamos en derribar ese mito que dice que el gremio trae problemas”, declaró, y sumó que a través del diálogo liman asperezas y evitan llegar a la instancia de una carta documento, que genera un impacto negativo y del que no se puede volver atrás con facilidad.
“El trabajador necesita soluciones inmediatas”
Álvez continuó explicando que en las discusiones de paritarias se manejan siempre en el marco del respeto mutuo pero sin resignar derechos. Y agregó que, en general, se logran los acuerdos, pero si no sucede, se van en disidencia a la CNTA, pero no más allá de eso, entonces los empresarios tienen una buena imagen de ellos. “Queremos que las empresas entiendan que nosotros no somos sus enemigos como tampoco ellos lo son para nosotros”, puntualizó.
El funcionario del INYM manifestó que ante cualquier conflicto que surja entre trabajadores y empleadores, tienen discusiones con conocimientos y fundamentos, lo que posibilita hablar con los empresarios en su mismo idioma, demostrando que están preparados y capacitados.
“El trabajador yerbatero cuenta con su dirigente gremial para que le solucione sus problemas y lo represente”
Financiamiento del INYM
Rubén detalló que el INYM se subvenciona en forma independiente, todos los paquetes de yerba llevan una estampilla que corresponde a un valor que se paga cuando el paquete se vende y de ahí se obtienen los fondos para los programas que ellos llevan adelante.
Y agregó que el objetivo del INYM es la promoción y colocación de producto en el mundo, y que al brindarles mejoras a los productores consiguen también mejoras para los trabajadores de la yerba mate.
Álvez declaró que él está hace tres años en el INYM, un año como suplente y dos años como titular, y que ha trabajado incansablemente en generar nuevas mejoras para el trabajador, pensadas desde otro paradigma cultural, en el que el gremio y los productores y empresarios, buscan mejorar la producción, y que eso repercute en tener una posición más fuerte al momento de negociar las paritarias y las mejoras en las condiciones laborales.
Y puntualizó que trabaja generando consensos con los otros miembros del Directorio del INYM, en donde él es la parte trabajadora, y debe convencerlos para llevar adelante programas que beneficien a todos los jugadores de la cadena productiva, con su foco siempre puesto en el trabajador yerbatero.
Tecnología para el agro y capacitaciones
Ante la consulta sobre las tecnologías para el agro que vienen pisando fuerte, Álvez respondió que es consciente que su sector no va a escapar del avance tecnológico, porque los productores buscan producir más, ganar más y gastar menos y la tecnología les va a permitir eso.
Y agregó que sabe que tienen que ir preparando a los trabajadores del sector para los avances que se avecinan puesto que ya hay algunas empresas en la zona que pusieron máquinas para la cosecha de altura. Explicó que como no obtienen la misma calidad que con la forma manual de cosecha, ni se cuida tanto la planta, esto detiene un poco la tecnificación por ahora.
Comentó que con el Renatre realizaron capacitaciones de computación, porque el día de mañana esos conocimientos les va a servir a los trabajadores para manejar los avances tecnológicos; con conocimientos básicos de computación podrán aprender más rápidamente a operar máquinas como envasadoras, cintas, controladoras caloríficas, y más.
En el mismo sentido, agregó que también quieren implementar las capacitaciones de maquinaria agrícola con certificación oficial, como una forma de obtener mejores condiciones salariales para el trabajador.
Condiciones de trabajo en la actividad
El funcionario del organismo yerbatero explicó que las condiciones de trabajo han mejorado mucho en los últimos 10 años, que hoy el trabajador no necesita hacer tanto esfuerzo físico porque cuenta con la silla eléctrica, los carritos de arrastre, el guinche. Y aclaró que todas estas mejoras llegaron gracias a la gestión del INYM, de los programas que han implementado, logros realizados a través de la Uatre. Mencionó también, que todas las mejoras en las condiciones de trabajo se lograron en el convenio laboral que se negoció, a través de paritarias, en el año 2009.
En la misma línea, comentó que ellos desde el organismo no pueden obligar a los productores a tener buenas herramientas de trabajo, pero que sí pueden, y lo han hecho, demostrarles que así evitan el 70% de los accidentes laborales, mejoran el rendimiento en la cosecha, disminuyen el ausentismo y, en definitiva, mejoran el rendimiento productivo.
Continuando con las mejoras en la calidad de vida de los trabajadores, Álvez enfatizó que antes el empleado trabajaba desde las 6 de la mañana a las 18 hs. de corrido, y, en cambio, hoy trabaja desde las 6 hasta las 13 hs., evitando así las horas de sol más fuerte.
Finalizando, Rubén habló de un nuevo hito alcanzado desde su gestión en el INYM, “un logro histórico”, que es la construcción de viviendas para los trabajadores en el yerbal. Explicó que este logro se obtuvo a través de un convenio firmado hace poco con el Iprodha (Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional), que consiste en el otorgamiento de un crédito para el pequeño y mediano productor. Así el trabajador tendrá una vivienda con agua, luz, comedor, camas, cumpliendo con las condiciones que exige la ley de higiene y seguridad.
Y agregó que esto le permitirá al trabajador ganar más porque se desempeñará en mejores condiciones, manejando sus horarios y produciendo más, lo que le hace ganar más (trabajo a destajo). Y detalló que al productor no le cobran cuota mensual, sino que le descuentan el 10% de la materia prima que entrega para la cuota del préstamo habitacional, lo que significa que el productor no adelanta el dinero. “Así, beneficiando al productor, mejoramos la vida del trabajador”, enfatizó.
Cerrando la entrevista, Álvez, cuya meta en el INYM es mejorar la calidad de vida del trabajador, consideró que desde su gestión cuidan al trabajador y a la fuente de trabajo, y que eso es un cambio de mentalidad que tienen que lograr todos los jugadores del sector.
Fuente de foto de portada: INYM.
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