Desafíos de la ganadería en el nuevo contexto ambiental
Por Patricio Detto | 08-11-2020 10:30hs
En las jornadas sobre ganadería organizadas por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Chaco – Formosa, se avanzó sobre el análisis de los desafíos que debe enfrentar la ganadería en un nuevo contexto marcado por la gestión ambiental de las producciones.
Con el tiempo, tanto los mercados como los consumidores se han vuelto más exigentes en cuanto a los controles sanitarios y el cuidado del medio ambiente. La ganadería ha estado en el foco de la discusión, potenciada por los grupos y organizaciones protectoras del medio ambiente, que se manifiestan en contra del consumo de carne animal.
El especialista en ganadería del Inta, Aníbal Pordomingo, destacó el aspecto dinámico de la producción ganadera: “La producción de animales no es estática, y sus formas, su interacción con el ambiente, con los recursos naturales y con la sociedad se adaptan permanentemente a los nuevos contextos”. Esta característica valida las posibilidades de adaptación y de cambio de la producción, la cual con, tiempo y planificación puede adaptarse a nuevas realidades.
La clave no sería ejercer o no la ganadería, sino las formas de llevarla adelante.
Según Pordomingo, la remoción de los bovinos, ovinos o caprinos no sería la solución para una gestión ambiental responsable, “porque los ecosistemas intervenidos por la acción antrópica durante siglos no podrían revertirse con el solo descarte de la producción animal”. Esto podría no sólo no ser beneficioso, sino que incluso producir daños a los ecosistemas. La clave no sería ejercer o no la ganadería, sino las formas de llevarla adelante.
Además, respecto a esto, también puso en consideración el tema cultural, que no puede dejarse de lado en un análisis global sobre la cría de animales. “Las producciones animales son estructurales de sistemas, culturas y formas de vida en muchas regiones del interior del país, y por lo tanto el tránsito repentino hacia otros modelos de producción, sin animales, implicaría cambios catastróficos para la estructura económica, social y cultural de gran parte del territorio nacional”, consideró el especialista.
Una estrategia de comunicación social que permita dar cuenta de la importancia de la ganadería para las economías regionales.
Según Pordomingo, la impronta regional y el arraigo aparecen como las fortalezas de la ganadería y son la raíz de su resiliencia, aunque esto puede conducir a la autojustificación y o representar sustento suficiente. Es por ello que agregó que “la virtuosidad y las resultantes positivas –ambientales y sociales– de la ganadería deben encontrar su justificación objetiva y, fundamentalmente, una estrategia de comunicación social que permita dar cuenta de la importancia de la ganadería para las economías regionales”.
Una posibilidad extra a las antes mencionadas podría ser la de aportar a la sustentabilidad e incluso ofrecer servicios ecosistémicos. Así, el diseño de los sistemas ganaderos teniendo en cuenta primero la combinación de recursos forrajeros en el uso del suelo pensado en función de los efectos y resultados sobre la dinámica del carbono, “probablemente nos conduzca a planteos diferentes a los actuales, cuyas restricciones primarias no estén en la productividad por animal o unidad de superficie”, enfatizó el especialista del Inta.
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