Más pasto con menos pesos
Hace más de una campaña que producir un kilo de carne con grano, en vez de pasto, es muy costoso. Pero: ¿cómo podemos bajar los costos del pasto producido para lograr un rinde eficiente? Gerardo Gallo Candolo comparte con El Agrario sus recomendaciones para optimizar el verdeo de verano.
Por Gerardo Gallo Candolo | 07-11-2021 10:25hs
Hace más de una campaña que producir un kilo de carne con grano en vez de pasto es muy costoso, salvo que se lo ubique dentro de una estrategia productiva con objetivos muy claros. Los invernadores así lo entienden, y por ello, el aumento sostenido de demanda de semillas forrajeras observado en los últimos años, tanto de praderas como de verdeos anuales.
Pastoreando, un vacuno necesita comer aproximadamente diez kilos de pasto (en materia seca) para producir un kilo de carne. Noviembre es el mes donde se siembran habitualmente los verdeos de verano en la zona central del país, y es bueno recordar que para bajar los costos del pasto producido hay que apuntar a ser eficiente optimizando el rinde del verdeo. A los costos actuales de sembrar una hectárea de un buen verdeo de verano, que produzca menos de 100 raciones (mil kilos de materia seca), resultaría antieconómico.
En primer lugar debemos observar que se deben elegir buenos lotes para los verdeos. El productor tiene claro al seleccionar excelentes potreros para volver a implantar praderas de alfalfa, seguramente lo hace por el nivel de inversión y por los cuatro años de producción, pero no siempre especula lo mismo al escoger los lotes donde va a sembrar su sorgo o maíz para pastoreo.
Es lógico entender que el rendimiento del verdeo depende en primer lugar de la calidad del terreno donde se implante, pero hay otras dos cuestiones que habitualmente se observan que van en contra de obtener mejores rindes: en primer lugar es común que el productor elija la semilla por precio antes que por su potencial de rinde, incluso es habitual encontrar buenos lotes sembrados con semillas de poca calidad genética; incluso de bajo poder germinativo.
Otro error mucho más habitual es no utilizar abonos. Las gramíneas de verano como el sorgo y el maíz, responden muy bien al agregado de fertilizantes nitrogenados, son muy eficientes en la conversión a pasto.
Usar buena semilla y fertilizar apropiadamente es sinónimo de cosechar más raciones con menor costo. El pastoreo rotativo en parcelas con eléctrico y disponibilidad de buenas aguadas es el corolario de un circuito virtuoso de manejo eficiente.