Desde hace años, el uso de herramientas digitales en al agro es una moneda corriente, facilitado en gran medida por el aumento en la potencia de procesamiento de las nuevas computadoras, la mayor conectividad y capacidad de almacenar datos y la disponibilidad de herramientas online.

Gracias a esa sinergia, y continuando la serie de modelos CRONOS, investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y de diversas instituciones de Chile, Uruguay y Paraguay, publicaron las versiones mejoradas y actualizadas de Cronotrigo y Cronocebada, software cuya meta es optimizar el manejo de ambos cereales.

Daniel Miralles, docente de la cátedra de Cerealicultura de la FAUBA expresó que: “Para tomar decisiones de manejo agronómico en cualquier cultivo es fundamental poder predecir cuándo van a ocurrir sus diferentes estadios fenológicos”. La fenología es la ciencia que estudia las fases del ciclo vital de los seres vivos y cómo las variaciones estacionales e interanuales del clima les afectan. En el caso de especies cultivadas, la fenología puede mejorar la gestión y la productividad de los cultivos.

En este sentido, el docente agregó que: “Por un lado, esto nos permite conocer la adaptación de los distintos cultivares a diferentes regiones productivas. Y por otro lado, podemos optimizar los rindes y la calidad de los granos ubicando las etapas más críticas del cultivo en los momentos de la estación de crecimiento en que se dan las condiciones ambientales más favorables. Precisamente, a esto apuntan los modelos CRONOS”.

“Más allá de predecir la ocurrencia de los estadios fenológicos claves, ambos modelos permiten evaluar los riesgos de heladas y de golpes de calor en el llenado de granos. En estas nuevas versiones, los modelos calculan el contenido hídrico del suelo hasta 1 metro de profundidad, es decir, el agua útil que está disponible en cada etapa del ciclo del cultivo, agregó Miralles, quien también es investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

El docente de la FAUBA destacó que tanto Cronocebada como Cronotrigo, fueron desarrollados por un grupo interdisciplinario de investigadores de la UBA, el INTA, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) de Chile y el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA) de Paraguay. Por su parte, la programación la realizó Aníbal Crespo, miembro del equipo de la Unidad de Tecnología Informática de la FAUBA.

Según Miralles, estas herramientas digitales incluyen características relevantes para tomar decisiones agronómicas en ambos cultivos. Y detalló que Cronocebada contempla más de 11 variedades comerciales de cebada cervecera, además de cebadas pastoriles y forrajeras, y, por su parte, Cronotrigo, en esta nueva versión, incluye más de 70 variedades de trigo fideos y trigo pan en más de 250 localidades y partidos de la Argentina.

Las versiones actuales de los dos modelos tienen más alcance y precisión. En este sentido, Miralles sostuvo que “mientras que antes estos modelos funcionaban con datos de sólo 19 localidades, hoy incorporan a más de 200, prácticamente cubriendo la región triguera y cebadera argentina.

En el caso de Cronocebada, hoy se cuenta con más de 20 genotipos, de los cuales 11 son malteros y 9 forrajeros y pastoriles. Y ahora Cronotrigo incluye 74 variedades, de las cuales 10 corresponden a trigo fideo o candeal y 64 a trigo pan”.

Funcionamiento del software

El investigador del Conicet detalló que la precisión de las simulaciones aumentó, ya que se diferencian variedades por su respuesta a lo largo del día, o fotoperíodo, y la acumulación de horas de frío, también llamada vernalización, en trigo, utilizando algoritmos matemáticos. Y agregó que eso les permitió solucionar algunos problemas de sub o sobre estimación de la fenología que tenían las versiones anteriores.

Miralles continuó explicando que realizaron experimentos a campo y también en condiciones de crecimiento controladas, y sus resultados les permitieron corregir las tasas de desarrollo tanto por cambios en el fotoperíodo, como en la temperatura. Fue así que lograron estimar con precisión la fenología del trigo en distintas localidades de la región triguera. El mismo proceso se llevó adelante para Cronocebada.

El docente de la FAUBA declaró que para la determinación del clima, trabajan sobre una serie climática de más de 30 años, que toman de la base de información satelital del proyecto POWER NASA, lo que les permitió ampliar el número de localidades y conocer y contemplar los desvíos de predicción de los modelos respecto de valores promedio.

“Por último, es importante destacar una innovación en ambos modelos, y es que ahora calculan el contenido de agua en el suelo en cada estadio fenológico” enfatizó el investigador del Conicet. Y continuó explicando que para ello utilizan el modelo “Balance Hidrológico Operativo para el Agro”, desarrollado en la FAUBA, que actualmente es empleado, tanto por el INTA, como por el Servicio Meteorológico Nacional, para monitorear la humedad del suelo.

Para cerrar, Daniel Miralles puntualizó que todos los modelos de la serie CRONOS, incluyendo a CRONOSOJA, están disponibles de manera libre y gratuita, y que el mismo equipo de investigadores está trabajando para generar nuevos modelos para otros cultivos como trigo sarraceno, colza (brassica napus) y carinata (brassica carinata), que próximamente estarán disponibles en el sitio web de la FAUBA.

Fuente: Sobre la Tierra, Área de Divulgación Científica y Tecnológica de la FAUBA (Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires).

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