El miércoles en Chicago hubo nuevas subas generalizadas para los principales cultivos negociados.

Así, la posición mayo de soja ganó 0,31% (US$ 1,84) hasta llegar a los US$ 581,29 por tonelada, mientras que la de julio subió un 0,26% (US$ 1,47) para cerrar la rueda de negocios a US$ 566,68 la tonelada.

La proyección de que, por motivo de las altas cotizaciones del maíz, los productores estadounidenses implanten más grano amarillo en detrimento de la oleaginosa, en una coyuntura de alta demanda global del poroto, dio fundamento a las subas de los contratos de la soja negociados en el mercado de Chicago, detallaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Además, sumó presión alcista la bajante registrada en el río Paraná, principal canal de exportación de la harina de soja, producto del cual la República Argentina es el mayor productor y proveedor del mundo.

Desde la bolsa rosarina prevén que la bajante "limite la carga de los barcos y la eficiencia del suministro global" de harina de soja, que en Chicago subió 0,18% (US$ 0,88) y se posicionó en US$ 467,70 por tonelada. Mientras, el aceite de soja bajó 1,78% (US$ 26,68) hasta llegar a los US$ 1.471,34 la tonelada,como resultado de la fuerte crisis sanitaria que atraviesa la República de la India por la pandemia de coronavirus, lo que podría ocasionar la rebaja de sus compras.

En el caso de los granos amarillos, los contratos de maíz siguieron con el sostenido rally alcista al subir 1,14% (US$ 3,35) y cerrar la rueda de negocios a US$ 296,54 por tonelada, por la toma de posiciones por parte de los fondos de inversión especulativos ante las ajustadas existencias para suplir la potente demanda global.

De todos modos, en Brasil se esperan leves precipitaciones que podrían morigerar la feroz sequía en las zonas productoras, lo que puso un techo a las subas.

Por su último, los contratos de trigo subieron 2,54% (US$ 6,89) y se posicionaron en US$ 277,69 por tonelada, como resultado de la creciente demanda por el cereal para alimentación animal, sobre todo desde la República Popular China, "lo que da aún más fuerza a los precios en un contexto productivo de sequía".

De todas maneras, las exportaciones del trigo francés por fuera de la Unión Europea tocaron un mínimo de nueve años.

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