Luego de una aparente recuperación del stock porcino en China, nuevamente las estadísticas del país asiático reflejan importantes pérdidas producidas (cercanos a los 8 millones de cerdos en 4 meses) por los nuevos brotes de peste porcina africana en la región. El resurgimiento masivo de la enfermedad se produce luego de dos años de una disminución de los brotes, pero su impacto es tal que expertos y consultoras aseguran que las existencias de cerdas son cercanas a las del 2018/2019.

Si bien recientemente se dio conocer en el Journal of Virology la existencia de ciertos avances en la creación de una vacuna contra la cepa más recurrente de PPA en el mundo, todavía resta mucha investigación para una producción masiva y comercial de la misma. Además de China, son múltiples países de Asia y Europa los que se encuentran afectados actualmente por la peste porcina africana, presionando positivamente a la industria para desarrollar cuanto antes una vacuna.

Sin embargo, hasta el momento, los avances son limitados y la generación de nuevas cepas es constante, así también como las pérdidas millonarias. Además de las importantes pérdidas económicas, una de las principales consecuencias de la peste porcina africana es un fenómeno de escasez de carne de cerdo a escala mundial.

La situación alrededor de la peste porcina africana se torna cada vez más compleja dado que también comienzan a surgir nuevas cepas que presentan mayores desafíos para ser detectadas, a la vez que se presentan nuevas posibilidades de transmisión, tal como la que está evaluando la European Food Safety Agency's (EFSA) acerca de la transmisión de la PPA a través de transportes y el pienso.

A escala mundial, se estima que las existencias totales de cerdos se ubican en las 753 millones de cabezas a principios del 2021 que si bien representa un aumento del 20% en en relación a los reportes del 2020, distan de acercarse a las 781 millones de cabezas del 2018 previo al impacto de la PPA en China. Desde que surgió esta peste en China ha continuado propagándose en comunidades del sudeste asiático y Europa, principalmente Europa del este.

Actualmente, por el contexto de escasez que generó esta zoonosis, los precios de los cerdos han subido oscilante pero firmemente, incentivando también la recuperación del stock mundial. Lo cierto es que la demanda sigue sostenida pesa la peste porcina africana.

Argentina, dentro de todo este contexto desfavorable a nivel mundial, se encuentra una situación positiva y en expansión, habiendo multiplicado por siete la producción porcina en los últimos 20 años. En este sentido, el Ingeniero Zootecnista Juan Luis Uccelli, en una entrevista con Motivar destacó la importante transición que realizó la Argentina en pasar de ser un país principalmente importador a ser exportador (la industria porcina actualmente tiene un 2%/3% de participación de la importación y un 5%/6% de la exportación)

El referente porcino detalló que en la actualidad en todo el país hay 378,000 madres (unidad básica de producción) y el año pasado se produjeron alrededor de 800,000 t, volumen que sería superado este año pudiendo alcanzar 870/880,000 t.

El estatus sanitario de nuestro país, es para el consultor "una ventaja única", ya que es uno del de los cuatro países en el mundo que no tiene la enfermedad el síndrome reproductivo y respiratorio porcino que fue erradicada en el 2005 y tampoco tiene peste porcina africana ni un montón de enfermedades más que afectan al sector porcino. Éstos beneficios, lejos de ser un milagro, responden de acuerdo a Uccelli al trabajo del Senasa cuyo sistema sanitario "es el mejor de Latinoamérica".

Para el referente porcino, esta condición sanitaria es un factor que ayuda o posibilita las inversiones dado que se conjuga con las ventajas en términos territoriales, ambientales, de provisión de piensos, entre otros que posicionan a la Argentina en un lugar idóneo a nivel productivo.

Dentro de un marco internacional desfavorable y afectado por esta enfermedad, estas ventajas de la Argentina podrían motivar la llegada de inversiones: dado que la PPA entró en Europa y la virulencia de esta enfermedad es ya conocida por su impacto en China, esta podría resultar en una situación muy crítica para el viejo continente que debería comenzar a recurrir a otros mercados para importar y/o producir.

Entre los países afectados se encuentra Alemania, uno de los principales exportadores de carne de cerdo del mundo que, en pos de mantener su posición, podría apuntar a "un cambio de estrategia" que implique buscar lugares para producir y continuar creciendo. En relación a esto, el consultor asegura que Latinoamérica aparece como una opción interesante y dentro de esa lógica Argentina tendría un lugar de privilegio: "Argentina tiene todo, le falta solamente crecer, hasta el 2030 se podría multiplicar por tres la producción sin generar afecciones", dijo Uccelli a la vez que aclaró que también "pueden venir inversiones de China o de otros países que estén complicados" que encuentren en Argentina un país con una estructura y potencialidad grande a la que sólo restan realizarle inversiones para su crecimiento.

Atento a las críticas que surgieron por las granjas que se especulaba que China pondría en la Argentina, Uccelli destacó que la ampliación de la industria no implicaría daños ambientales ya que "no habría que desmontar nada, sino transformar el maíz y la soja que se están exportando para la utilización dentro del sector porcino". A su vez, "se pueden utilizar los desechos para la fertilización y mejora de las tierras, así también como usar los antibióticos de manera responsable para no generar problemas teniendo en consideración el bienestar animal".

En relación al uso de antibióticos, factor que es recurrente en los debates de la materia, el referente destacó que las reglamentaciones internacionales están imponiendo como condición sine qua non condiciones para utilizarlos de manera responsable, por lo que no sería un factor librado al azar dentro de la industria nacional. Es importante destacar, que para el 2022 en Europa comenzará a regir un sistema de uso de antibióticos que servirá de norte para el resto de los países productivos así también como para países importadores tales como Rusia y China que tienen de referencia al mercado europeo y las modificaciones que la UE hace de sus reglamentaciones.

Uccelli resaltó que la utilización inadecuada de antibióticos repercute negativamente en las exportaciones, dado que "si aparecen residuos de antibióticos que no tienen que estar en la carne se pierden mercados internacionales", es decir, que el cumplir con las cuestiones sanitarias básicas es un requisito imprescindible para una producción porcina en crecimiento.

En las medidas medioambientales la situación se replica, dado que los principales países del mundo están exigiendo que se tomen medidas que apunten a disminuir el impacto de la producción en el medio ambiente. Argentina, en ese aspecto, de acuerdo al referente, debería "ordenar lo que se está haciendo ", pero no se trataría de un factor desatendido actualmente ya que se trabaja en la energía renovable, en el fertirriego, entre otros, por lo que en el caso que lleguen inversiones el crecimiento productivo no implicaría daños.

Para terminar, Uccelli destacó que durante el 2021, la industria porcina nacional podría crecer un 10%  y para el 2030 se podría estar exportando casi 1 millón/ 1.200,000 toneladas al punto tal de superar la exportación de carne vacuna. Sería un salto más que significativo en las exportaciones teniendo en cuenta que las previsiones de las exportaciones para éste año rondan las 45/50 mil toneladas. Para ese entonces, de acuerdo al consultor, se consumirían entre 30 y 32 kilos de carne percápita, más del doble que en la actualidad.

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