Recomendaciones a productores

Ojo a los gastos fijos

Por Gerardo Gallo Candolo | 26-07-2020 01:00hs

¿Cuáles son los Gastos de Administración y Estructura de un campo?

Los Gastos de Administración y Estructura (GAE) o también denominados Gastos Fijos, son aquellos que no pueden atribuirse a ninguna actividad específica del campo (agrícolas, ganaderas, tambo, maquinarias, etc.)

¿Algunos ejemplos?

Teléfono, internet, energía eléctrica, camioneta del campo, patentes, seguros generales, impuestos provinciales y municipales, sueldos de personal que no estén asignados a ninguna actividad del campo (por ejemplo el encargado), asesoramientos como agronómicos y contables, gastos bancarios. Atención, si vivimos en el campo debemos ser prolijos al separar los gastos fijos de los personales.

¿Estos gastos se toman de las facturas que pagamos?

Sí, pero sin el IVA (Impuesto al Valor Agregado), porque este impuesto debería ser neutro (aunque sepamos que en la práctica no es así). Tampoco debemos incluir los impuestos nacionales como ganancias o bienes personales porque a los fines comparativos no serviría de nada si un vecino es el titular del inmueble y otro vecino representa a una Sociedad Anónima o SRL. La forma societaria cambia el nivel impositivo y, por ende, serviría poco compararse.

¿Para qué sirve evaluarlos?

Para compararse a uno mismo a través del tiempo, y con los vecinos de campos similares. Normalmente se comparan en valores por hectárea en moneda constante o dólares. Por ejemplo en zonas agrícolas estos gastos se ubican alrededor de los 100 dólares estadounidenses por hectárea y por año; en zonas de cría de la provincia de Buenos Aires entre 20 y 40 de la misma moneda. Si nos ubicamos con esa misma actividad en la provincia de La Pampa esos valores bajan notablemente, principalmente por los impuestos.

¿Solamente interesa contar con ellos para compararse?

No. También para saber si una actividad es viable. Cuando presupuestamos el margen bruto de una actividad, y este nos resulta muy cercano al GAE entonces sería inviable, por lo tanto deberíamos evitarla o hacer dos actividades en el mismo año (por ejemplo trigo/soja). Otra alternativa es bajar esos gastos fijos o diluirlos, y esto lo hacemos cuando con esa misma estructura salimos a alquilar más campo para licuarlos. Para eso sirve las comparaciones con los vecinos. Dicho de otra manera debemos acomodar nuestros gastos fijos a la escala.

¿Si dentro de nuestras actividades tenemos tambo sirve todo lo dicho hasta aquí?

El tambo, como toda actividad intensiva aumenta los gastos fijos del campo. Principalmente energía, movilidad y reparaciones. Al ser una actividad que funciona las 24 horas y los 365 días del año arrastra esos y otros gastos fijos, esto es más notable sobre todo en campos chicos.

¿Qué hacemos un año en que los ingresos no alcanzan a cubrir los Gastos Fijos?

Si tuvimos un problema específico como sequía o granizo solamente tendríamos que ser cautelosos y usar reservas esperando la “revancha” en el próximo año. Pero si el problema es estructural como una inundación que afectará dos o tres años nuestra producción, deberíamos ser realistas y bajar drásticamente los GAE, o diluirlos alquilando otros campos más seguros.

 


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