China retoma las medidas de prevención para tratar de contener el mayor brote de coronavirus en meses. Luego de haber logrado reducir los casos locales a prácticamente cero, la mutación del virus SARS-CoV-2 mantiene a más de 2,7 millones de personas aisladas.

Presente ya en más de 20 ciudades, el gigante asiático registró nuevos casos de transmisión local de la variante Delta. Al temer por su rápida propagación, las principales ciudades decretaron la vacunación obligatoria para funcionarios públicos, el personal sanitario, el de los hogares de ancianos y los maestros; testeos masivos y restricciones de viajes.

El último brote se atribuye al foco de la ciudad de Nanjing. Allí, nueve trabajadores de limpieza del aeropuerto internacional dieron positivo, el 20 de julio. A raíz de esto, se registraron más de 360 casos en las últimas dos semanas.

En Hong Kong, territorio semiautónomo chino, el Gobierno decretó que los funcionarios públicos, maestros y personal sanitario tendrán que vacunarse contra el coronavirus o someterse a testeos, que correrán por su cargo, dos veces por semana.

Millones de tests a residentes de Beijing, ciudad capital del país, no fueron suficientes para las autoridades locales. También acordonaron recintos residenciales, pusieron en cuarentena a los contactos de personas infectadas y bloquearon el ingreso de Turistas.

A pesar de haber sido el epicentro de la pandemia, China solo suma más de 93.000 casos y 4.636 muertes desde la aparición del coronavirus.

Para la ciudad de Zhuzhou, ubicada en la provincia de Hunan, el gobierno ordenó que más de 1,2 millones de personas se aíslen en sus hogares por tres días, mientras se lleva a cabo una campaña de test y vacunaciones en toda la ciudad. En un comunicado, las autoridades informaron: "La situación sigue siendo sombría y complicada".

En Zhangjiajie, una ciudad turística cercana a esta última, detectaron que el brote se dio entre los espectadores de un espectáculo en un teatro. Como medida preventiva, el último viernes se confinó a sus 1,5 millones de habitantes.

A pesar de haber sido el epicentro de la pandemia, China solo suma más de 93.000 casos y 4.636 muertes desde la aparición del coronavirus. Estas cifras sorprenden por encontrarse muy por debajo de otros países desarrollados, teniendo en cuenta que se trata de la nación más poblada del mundo, con 1.400 millones de habitantes.

Aún con estos números, la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, afirmó que "hay mucho que mejorar" ya que la ciudadanía continúa reacia hacia la vacunación.

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