Gestión ambiental

Pastizales del futuro con una gestión adecuada de forraje para la ganadería

El INTA ocupa un rol central en el aporte de conocimiento técnico y científico para una adecuada gestión de la principal fuente de forraje para el ganado.

Por Marisa Massaccesi | 30-01-2021 12:04hs

En el marco del Programa “Forrajes, Pasturas y Pastizales”, el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) organizó un webinario que contó con exposiciones de investigadores del organismo, con el objetivo de promover el debate sobre la multifuncionalidad de los pastizales, compatibilizar la producción ganadera con la provisión de servicios ecosistémicos y analizar las tecnologías de pastoreo vinculadas al manejo sustentable de los pastizales naturales.

 

Pastizales naturales bajo uso ganadero y carbono

La capacidad de los pastizales naturales para secuestrar carbono cobró relevancia a escala global y a nivel científico en los últimos años. Hay una demanda cada vez mayor por parte de la sociedad misma, respecto de cómo se producen los alimentos y cuál es su impacto en el ambiente, sumado a la irrupción de la pandemia.

“El trabajo del INTA es poder empezar a brindar datos sólidos que den respuestas a estas demandas”, sostuvo Juan Gaitán, investigador del Instituto de Suelos del INTA Castelar.

El especialista señaló que la mayoría de los pastizales naturales argentinos se encuentran en tierras secas donde las precipitaciones que favorecen el almacenamiento de carbono son escasas, mientras que “la aridez y el sobrepastoreo tienen un efecto convergente negativo sobre la funcionalidad del suelo”.

En este sentido, se encontraron evidencias en los pastizales pampeanos y patagónicos acerca de stocks estables de carbono en el suelo, o sea, que por el momento no secuestran carbono adicional.

"El manejo del pastoreo debería permitir mantener e incrementar la cobertura de pastos palatables y la riqueza de las especies, lo que contribuirá a mitigar los impactos negativos del cambio climático", resaltó Gaitán quien además expresó que es necesario "crear una red nacional de monitoreo para poder realizar un seguimiento del estado de salud de nuestros ecosistemas". Por ese motivo, el INTA trabaja en un proyecto con el objetivo de “desarrollar una red de monitoreo, no solo de pastizales, sino también de bosques y tierras agropecuarias, donde periódicamente y a largo plazo, podamos medir indicadores relacionados al estado de salud de los ecosistemas con protocolos estandarizados”.

Gestión del pastoreo

A partir de una experiencia situada en el campo natural de biomas Pampa y Espinal, el Centro Regional Entre Ríos del INTA, realizó importantes aportes a la gestión del pastoreo.

El recurso forrajero del Espinal sustenta el 50% del stock ganadero de Entre Ríos y allí se pudo observar que “la degradación del ecosistema respondía, en primer lugar, a un proceso de cambio de uso de la tierra para uso agrícola, y en segunda instancia, a un proceso de sobrepastoreo que genera una pérdida continua de la receptividad”, informó Lucrecia Lezana, investigadora del INTA EEA Paraná

Existe una baja adopción de tecnologías de mejora de los sistemas ganaderos y un bajo control del subsistema de producción. “Esto es importante porque tenemos ciclos ganaderos largos que dificultan la visualización del impacto de las prácticas y las tecnologías que podrían implementarse, y además falta información acerca de la superficie accesible de pastoreo”, manifestó Lezana.

La propuesta que impulsa el INTA es dejar de pensar que en estos sistemas sólo se produce carne y un ingreso económico para empezar a poner en valor los otros servicios ecosistémicos. La especialista agregó que “si en estos ecosistemas hablamos de aves como un componente importante de biodiversidad, las poblaciones se ven reducidas; la productividad forestal y apícola disminuyen; el bienestar animal se ve afectado porque estos ambientes tienen menor capacidad para regular la temperatura; y un suelo con poca cobertura no permite aprovechar eficientemente las precipitaciones”.

 

 

Políticas públicas

Lezana fue muy puntual al expresar que “debemos generar herramientas que promuevan el empoderamiento de los productores que son los que toman las decisiones, y promover la formación por sobre la información y trabajar en el diseño de sistemas ganaderos multifuncionales que brinda oportunidades al reducir la vulnerabilidad económica y ambiental de los productores, favorecer la implementación de políticas públicas y permitir el acceso a incentivos de mercados, asociados a estándares ambientales”.

Pastoreo holístico y continuo

Los pastizales patagónicos se manejan hace más de 100 años con pastoreo continuo y, en parte, este manejo genera la degradación de estos ecosistemas.

En este marco, desde la década del 90, el INTA trabaja en propuestas de metodologías para mitigar la degradación, como los sistemas holísticos. Manejo que, desde el punto de vista animal, genera pulsos concentrados y los animales rotan entre potreros, provocando periodos largos de descanso en el pastizal natural que podrían favorecer la recuperación de la productividad mediante el aumento de cobertura vegetal.

 

 

Experiencia en Los Pozos, Santa Cruz

En la estancia santacruceña el INTA documentó una experiencia de pastoreo holístico. “Desde 1990, la estancia realizó un manejo adaptativo (con cargas ajustadas y variables), con el que se logró estabilizar los índices productivos, se frenó la degradación de los pastizales, pero no se consiguió aumentar la oferta de forraje”, explicó Daniela Ferrante, Coordinadora de Investigación del INTA EEA Santa Cruz.

Posteriormente, en el 2012, la estancia decidió convertir la mitad de su superficie a un manejo holístico y mantener la otra mitad bajo pastoreo continuo, con un esquema de cargas flexibles y variables en función de la oferta de forraje. “Después de tres años se llegó a la conclusión de que en ambos manejos la cobertura vegetal aumentó, al igual que los pastos cortos (estrato forrajero), aunque la cobertura de coirones solo se recuperó en el pastoreo continuo”, señaló la investigadora.

Cabe destacar que, “ambos manejos mantuvieron la diversidad y la riqueza de los pastizales y la oferta forrajera se vio afectada negativamente por las condiciones secas del periodo 2012-2016 en los dos casos, aunque los efectos de la sequía fueron más severos sobre los animales en rotación que en los que permanecieron en pastoreo continuo”, aseguró Ferrante.

En definitiva, el estudio muestra que en estos pastizales el proceso de recuperación es lento, persistente y de largo plazo, pero es posible de lograrse con ambos tipos de manejo.

La profesional del INTA expresó que “todos estos estudios muestran que es imperioso hacer una buena gestión de los pastizales naturales con un adecuado manejo ganadero para asegurar la provisión y mantenimientos de estos servicios ambientales y lograr producciones sustentables y capaces de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado y del ambiente”.

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