Pensando el Trigo 2020
La posible intervención del mercado de trigo es una noticia alarmante para los agricultores en esta época del año; regulaciones y cierre de exportaciones son rumores que circulan en diferentes ámbitos, pero la posibilidad de tal intromisión no tendría razón de ser, más que crear problemas y acrecentar el desánimo y bronca de los agricultores.
Por Gerardo Gallo Candolo | 02-02-2020 11:02hs
La noticia difundida se basa en ésta situación: la cosecha de la campaña finalizada hace pocos días se estima en poco más de 19 millones de toneladas y las compras de la exportación suman a la fecha unas 13.5 millones; sabiendo que el consumo interno, es decir la molinería necesita unos 6 millones anuales parecen números muy finos. Pero lo que no se dice es que todos los años los exportadores también le venden a los molinos un par de millones: el consumo interno estaría bien abastecido como siempre. Además la molinería cuenta con varias herramientas para asegurar su materia prima como la compra en mercado de futuro.
Parece que el aumento del precio interno, consecuencia de movimientos en el mercado internacional y de los volúmenes almacenados por el productor para comercializarlo posteriormente (que normalmente es trigo de superior calidad panadera) pone nervioso a algunos actores de la cadena.
Pero los productores opinan en general que los rumores tienen su origen más en la política que en los actores de la cadena triguera que, sumado al enojo por el aumento de retenciones los pone en alerta y desánimo.
Los chacareros temen que vuelva la medida del 23% de retenciones para el trigo implementada hasta diciembre del 2015. Esa tasa redujo a la mitad la producción de este cereal y el país perdió de recaudar entonces miles de millones de dólares sin reducir el precio del pan ni otros productos. Argentina no puede repetir este error.
Los agricultores deberían seguir con sus planes de siembra sin alterarse por estos rumores ya que la rotación trigo-soja es una alternativa válida económica y ambientalmente
Los agricultores deberían seguir con sus planes de siembra sin alterarse por estos rumores ya que la rotación trigo-soja es una alternativa válida económica y ambientalmente, pues el rastrojo del trigo es un aporte fundamental para aumentar la materia orgánica del suelo que, sumado al nitrógeno residual de su fertilización permite mejores rindes a la soja posterior. Estas experiencias están probadas por años en la Estación Experimental del INTA Marcos Juárez. Además, la cosecha fina admite el ingreso de dinero a principios de año, época donde el campo financieramente siempre está más comprometido.
Este consejo es válido hasta la mitad Norte de la provincia de Buenos Aires. En el Sur de la provincia dependerá de las posibilidades de siembra de la soja de segunda y los rindes esperados de cada región.
Los planes de los productores no deberían alterarse y tendrían que enfocarse más en la elección y compra de semilla para la campaña 20/21, fertilizantes, herbicidas para malezas resistentes, canjes comerciales y otras decisiones que mejoren la rentabilidad de sus campos.
(*) Gerardo Gallo Candolo es Ingeniero Agrónomo y Periodista Agropecuario; asesor y administrador de empresas agropecuarias y analista del sector en medios periodísticos: Radio Mitre, Radio Cooperativa y Canal 26.