En estos días nuevamente se mencionó el potencial arribo de capitales chinos para producir carne de cerdo en Argentina. Esta vez en boca del mismo presidente de la Nación, aludiendo que no se iban a producir porcinos que contaminen el medio ambiente. Consultamos la opinión del especialista Juan Luis Uccelli, y aprovechamos para preguntarle sobre varios aspectos de esta importante producción.

-¿Qué piensa de los dichos del presidente Fernández?

-Estoy totalmente de acuerdo con el presidente en el sentido que hay que aumentar la producción pero sin afectar el medio ambiente; eso siempre lo apoyamos y no puede ser de otra manera. Lamento que alguien le haya dicho algo distinto pero no es la realidad de lo que estamos haciendo, todo lo contario, vamos a hacer un sistema virtuoso que favorezca la producción, darle valor agregado a nuestro maíz, dar trabajo argentino favoreciendo el ingreso de dólares. Por otro lado, las inversiones chinas van a venir pero no como criaderos de cerdos chinos, sino inversores que van a financiar sistemas argentinos integrados para producir carne que va a ser exportada a China.

-¿Cómo se piensa ese crecimiento de producción, megagranjas o con pequeños productores?

-Aclaró que el término megagranjas es utilizado hoy por grupos ambientalistas. En China por la falta de tierras están poniendo 84.000 madres con sus crías en 400 hectáreas; eso implica un consumo infernal de agua y producción de bosta. Este tipo de producciones nosotros no la compartimos. Cuando se empezó a hablar aquí de inversiones chinas se habló de 12 mil madres en 100 hectáreas, una locura que nosotros tampoco queremos. Lo que hablamos a partir de ahí es de “granjas inteligentes” que son unidades de producción donde hay hasta 3.000 madres, y los lechones irían a varios galpones de pequeños productores integrados ubicados en un radio de 30 o 40 kilómetros. Hay proyectos en el Norte de Buenos Aires, Sur de Santa Fe, incluso de Federación Agraria como unidades porcinas similares a lo que pensaba en su oportunidad Humberto Volando.

-¿Hay provincias que se mostraron interesadas en éste proyecto?

-Las provincias del Norte seguramente. Todo esto va a llevar tiempo por la pandemia, no es fácil trasladarse desde y hacia China, más allá de las charlas virtuales. Hay muchos gobernadores que están pensando que transformar maíz en carne en su provincia es mejor que subsidiar el flete hasta Rosario para enviarlo a China.

-¿Cómo está el precio y el consumo interno?

-Hablando de los precios internos, marcamos cada vez más diferencia con la carne vacuna. El cerdo en pie aumentó algo últimamente pero sigue estando la carne de cerdo un 30-35 % más barata que la carne vacuna en el mismo corte (en julio llegó a estar hasta un 50 % más barata). Hace algunos años cuando estaba apenas un 10/15 % la gente se inclinaba x el cerdo, imagínate con ésta diferencia.

-¿Por qué este aumento del cerdo?

-Ocurre algo totalmente contrario a lo que uno esperarla. En julio se exportó menos a China por cuestiones coyunturales de ese país, caímos de 6.000 a 1.000 toneladas, se importó más que en julio de 2020 y nuestra producción interna creció un 6.5 %. Por ello hubo mucho más carne de cerdo en el mercado y uno esperaba una baja del precio pero, al contrario, hubo un aumento y sigue subiendo por dos razones: primero creció la demanda del canal HORECA (hoteles, restaurantes y catering), hoteles no, pero si aumentó de la demanda de parrillas, restaurants y catering de la industria; y la segunda es el precio respecto a la carne vacuna, que en julio llegó a superar el 50 %. Por eso se pudo pagar algo más al productor y mantener esa diferencia con la vacuna.

-¿Cuánto se pagan los cortes de cerdo hoy?

-Hay mucha variación, depende del barrio, si es carnicería o supermercado pero pensemos el Pechito en unos 350 a 400 pesos el kilo, los cortes para milanesa entre 400-450, la Bondiola 420 a 500. El Solomillo, que es el lomo en el cerdo, está en unos 500 - 550 pesos, casi la mitad de un lomo vacuno.

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