La importante dependencia que la actividad porcina tiene hacia el mercado chino genera, cíclicamente, crisis que se alimentan tanto de declaraciones oficiales de la cartera agropecuaria del país asiático como de múltiples especulaciones en torno a la recuperación del stock porcino luego de los años más duros frente a la PPA.

Recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió que, al contrario que la carne de ovina, bovina y aviar, la carne de cerdo tuvo una caída durante agosto mientras que el resto de las carnes tuvieron un incremento en su valor del 22 %. Esto, según analizó la FAO, responde, una vez más, a las oscilaciones del mercado chino que contrajo su demanda luego de un largo período con una demanda fuerte que motivó un incremento en la producción mundial de cerdos.

Pese a que los anuncios oficiales del Ministerio de Agricultura de China son frecuentemente cruzados por expertos que conocen la virulencia de la peste porcina africana, recientemente dieron a conocer que luego de 21 meses de un crecimiento sostenido en la producción porcina y haber alcanzado índices similares a las etapas previas al ataque de la PPA, la evolución de la producción porcina china se detuvo. Según los registros del país, de hecho, el número de cerdas reproductoras sufrió un recorte durante julio y esa misma tendencia se mantuvo hasta esta parte.

Lo cierto es que las autoridades chinas se reservan intencionalmente de proporcionar cifras exactas en torno a su producción porcina pero anunciaron que el número total de cerdos aumentó desde julio del 2020 al 2021 un 29,2 %; que si bien representa un gran avance para el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), no es lo suficientemente grande como para presumir una recomposición del censo porcino para el año entrante.

Para el 2022, según la USDA, la producción de carne de cerdo china caerá un 14 % por "bajos inventarios" generados por un aumento del sacrificio prematuro que retrasó la repoblación. Por este recorte, según la USDA, China impulsará las importaciones de carne de cerdo a 5,1 millones de toneladas para 2022 dando lugar a las ventas a muchos países entre los que se incluye el nuestro. A la vez que la demanda china crezca por la falta de stock, de acuerdo a lo que pronostica el Departamento americano, los suministros de carne de cerdos se verán influidos también por la continua expansión de la PPA en el mundo y el impacto todavía desconocido que tendrá la peste en América.

Mientras su avance imparable acabó con buena parte de la producción porcina de Asia, Europa atraviesa en este momento un pico crítico de casos de PPA. Según el último reporte de Animal Disease Information Sistem (ADIS) los casos vienen en aumento mes a mes desde enero y la enfermedad ha sido detectada en países en donde no había sido detectada previamente. En detalle, según el informe de ADIS, el aumento de casos más significativo se ubicó en Eslovaquia, Alemania y Rumanía.

Otro factor a considerar que incidirá positivamente en las importaciones de parte de China es la reciente detección de dos casos atípicos de EEB en Brasil. Pese a que esta reciente noticia influye principalmente a la  carne bovina, el hecho de que Brasil atraviese en este momento una prohibición de exportación de carne bovina a China cambia la disponibilidad de suministros de proteína animal a nivel mundial.

Los casos de "vaca loca" en Brasil le costaron la suspensión, temporaria, de las exportaciones a China y si bien se desconoce cuánto tiempo podrían durar estas limitaciones, cabe esperar que China busque suplantar las miles de toneladas que Brasil le proveía con otros mercados. Con Argentina limitada para exportar carne vacuna, las prohibiciones de los principales frigoríficos australianos para exportar carne vacuna a China y las bajas en la producción estacional de Nueva Zelanda se puede esperar que busque suplantar esa demanda con otras proteínas tales como el cerdo cuya producción a nivel mundial supo crecer en función del mercado chino.

A nivel local, hasta el momento, se registraron caídas en las exportaciones. Durante agosto, según los informes del consultor Juan Luis Uccelli, las exportaciones cayeron un 85 % al totalizar 751 toneladas durante el mes en contraste con el mismo período del año pasado en el que Argentina había exportado 4.975 toneladas. Esto, lejos de representar un problema de índole local ya que la producción porcina nacional mantuvo su crecimiento constante (6,5 % interanual), se debe a la preocupante dependencia que se tiene al mercado chino.

Según preciso el Uccelli, China envió durante meses pasados un gran caudal de cerdos a faena prematura inundando el mercado de carne de cerdo y deprimiendo profundamente el precio de la carne. Esta faena anticipada que se generó por una suba de costos de producción desestabilizó el mercado y ese gran volumen inesperado de carne en China hizo que el gigante asiático pise el freno en las compras a otros mercados. Siendo China el principal comprador de carne de cerdo del mundo, la caída de precios por una sobreoferta no tardó en llegar y los precios internacionales cayeron de un día para el otro de 3.000 dólares a 1.900 dólares, según Uccelli.

La baja de las exportaciones nacionales, por ende, se explican por este fenómeno de sobreoferta en China pero las oscilaciones del mercado, por el momento, demuestran que tendería a estabilizarse en favor de las exportaciones ya que en la actualidad China continúa necesitando de otros mercados para suplir las insuficiencias de stock y cubrir la demanda interna de carne de cerdo.

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