Polinizadores: claves en la producción sustentable de alimentos de calidad
Según la FAO el 70% de los cultivos del mundo necesitan, en alguna medida, del transporte de polen mediado por insectos polinizadores para que se produzcan los frutos y semillas que el productor quiere cosechar.
Por Camila Correa | 19-08-2020 06:45hs
Durante la primera jornada del XVIII del Congreso Aapresid “Siempre vivo. Siempre verde”, los especialistas en producción de alimentos, Milagros Graziani, Cristian Meyer, Nahuel Izurieta y Mariano Romero, cerraron el Día de la Alimentación, con la experiencia que llevan a cabo con la empresa Beeflow Argentina y, sin citarlo, ratificaron por qué la abeja es el ser vivo más importante del planeta.
Graziani interrogó sobre cómo vamos a hacer los profesionales en producción de alimentos para poder garantizar la seguridad alimentaria con las tecnologías actuales, y sostuvo que “nos olvidamos de la polinización. El 70% de los cultivos del mundo dependen de la polinización mediada por insectos para producir frutos y semillas”.
Si no existieran estos vectores no existirían muchos de los alimentos que consumimos a diario. Y hasta se vería afectada la producción animal porque muchas de las pasturas también dependen de la polinización.
La especialista explicó que. según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 577 billones de dólares asociados a la producción global de alimentos dependen de la contribución directa de polinizadores. “Si no existieran estos vectores no existirían muchos de los alimentos que consumimos a diario. Y hasta se vería afectada la producción animal porque muchas de las pasturas también dependen de la polinización”, remarcó Graziani.
A su turno, Meyer indicó que “una polinización adecuada redunda en el aumento de rendimiento, mejor comercialización de la fruta cosechada, mejor tamaño y mejor calidad poscosecha, y mejores valores nutricionales”.
Es indispensable un servicio de polinización externo, para garantizar niveles óptimos de cantidad y calidad de frutos cosechados.
El Gerente de Operaciones de Beeflow señaló que en Argentina “no se valora la polinización porque siempre se ha considerado un servicio gratuito de la naturaleza” y que los cambios en el uso de la tierra, la intensificación de la agricultura, han dejado sin hábitat a los insectos polinizadores nativos, el mismo efecto causó el indiscriminado uso de fitosanitarios.
“Por eso es indispensable un servicio de polinización externo, para garantizar niveles óptimos de cantidad y calidad de frutos cosechados. Estos servicios generalmente se hacen mediante el alquiler de colmenas de abejas melíferas”, explicó Meyer.
En Argentina hay gran producción de miel (es una de las mayores exportadoras), hay más de 3 millones de colmenas registradas, pero el mercado de polinización aún no está debidamente formalizado. Distinto es lo que sucede en EE.UU, donde los apicultores generan la mayoría de sus ingresos con el servicio de polinización. La superficie de cultivos dependientes de polinizadores es mucho más alta y la cantidad de colmenas es menor que en Argentina. Hay una importante demanda de colmenas para polinizar cultivos. En la etapa de polinización de los almendros, por ejemplo, se paga 200 dólares por colmena.
Meyer advirtió que “un servicio de polinización es mucho más que poner colmenas en los cultivos”, citando variables como ubicación geográfica, manejo agronómico, condiciones climáticas y sistemas de coberturas antigranizo, entre otros. También las colmenas merecen atenciones importantes que van desde las condiciones del insecto hasta la distribución en los lotes.
Por su parte, Izurieta contó que “Beeflow brinda servicio de polinización profesional de manera sustentable. Hacemos que las abejas trabajen mejor a la hora de polinizar los cultivos. Es un proceso biológico complejo”.
La firma propone programas de polinización de acuerdo a la duración de la floración y poseen tecnologías para polinizaciones eficientes y licencian patentes con el Conicet y universidades. “Los insectos tratados con esa tecnología trabajaron siete veces más que abejas del mismo apicultor que no fueron tratadas. Incrementamos la producción de cultivos y cuidamos la salud de las abejas”, resaltó el operador de la empresa.
Para dar más detalles, Romero expresó que “proponen una nueva mirada sobre la polinización. Más técnica, más holística, más integral y más profesional”.
La polinización tiene impacto económico en el rendimiento y calidad de las frutas; impacto social porque Beeflow alquila las colmenas de apicultores de las zonas donde brinda el servicio y así el apicultor tiene ingresos por producción de miel y por alquiler de las colmenas. “Se trabaja con una herramienta biológica y se la hace más eficiente. Las abejas son nuestra herramienta y tecnología para generar nuevas soluciones para una agricultura sustentable y generar aumentos de rendimiento con menor impacto ambiental”, concluyó el Desarrollador de Negocios en Beeflow.
Cabe destacar que Beeflow es una startup científica argentina que nació de la mano de Matías Viel, licenciado en Administración de Empresas, y dos científicos de Conicet: Pedro Negri y Agustin Saez en el año 2016.
Fuente: Aapresid