Desde el comienzo de 2021, los combustibles aumentaron cuatro veces, y el quinto ajusteya tiene fecha: a partir del próximo viernes 12 de marzo los consumidores pagarán las naftas un 2,6% más cara y el gasoil un 2,1%.

Entre las causas de este nuevo ajuste se encuentran la actualización de los impuestos a los combustibles y el aumento a los biocombustibles habilitado por el Gobierno, después de varios meses de reclamos de los productores que también esperan que se prorrogue la ley 26.093.

Mientras tanto, las petroleras también analizan reclamar aumentos para compensar la sostenida suba en el precio del petróleo Brent.

Suba escalonada

Luego de estar congelados por aproximadamente un año, específicamente desde diciembre de 2019, el estancamiento de los precios quiso ser aliviado en el mes de octubre pasado a través de las resoluciones 4/2020 y 5/2020 de la Secretaría de Energía, dependiente del Ministerio de Economía de la Nación. Para esa fecha, los valores de compra del biodiesel y el bioetanol se habían fijado en $48.533 por tonelada y $32,78 por litro de bioetanol de caña de azúcar y de maíz.

Ese ajuste, que significaba solo el 10% para una industria que se veía fuertemente afectada por la caída del consumo durante la pandemia, causó el descontento de los referentes del sector que consideraban que con el mismo no era posible reactivar a la industria ni sostener los gastos productivos.

Como respuesta a los reiterados reclamos, el 4 de enero bajo la Resolución 1/2021 publicada en el Boletín Oficial, se estableció una suba escalonada para los precios de ambos biocombustibles que comenzaron a impactar en los surtidores.

El litro de nafta súper en las estaciones de YPF pasará a costar $75,90.

Con una suba total del 90,6% para el biodiesel, la tonelada del mismo se fijó en los siguientes valores: $77.300 en enero, $86.875 en febrero, $89.975 en marzo, $90.300 en abril y $92.558 en mayo. La misma medida determinó que, con el objetivo de atenuar el impacto en los precios, se disminuyera el porcentaje de corte que las petroleras deben implementar en el gasoil. De esta forma se pasó del 10% al 5% en enero, 6,7% en febrero, y 8,4% en marzo; para volver al 10% en el mes de abril.

En tanto para el bioetanol, producto utilizado para el corte de las naftas, la disposición indica una suba total del 55,9%, manteniendo el porcentaje obligatorio del 12%. De esta forma, en la ciudad de Buenos Aires, que cuenta con los precios más bajos del país, el litro de nafta súper en las estaciones de YPF pasará a costar $75,90.

Suba de impuestos

Otra de las variables que inciden en el valor de venta al público de las naftas y otros derivados del petróleo es la actualización trimestral de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y el dióxido de carbono (IDC). Previsto para el 1º de marzo, se postergó 11 días a través de un decreto publicado el lunes 25 de enero en el Boletín Oficial, con el objetivo de “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”.

Basados en el índice de precios al consumidor que mide el Indec estos impuestos impactan directamente en el precio que paga el consumidor final.

Reclamos por el valor del Brent

A estos incrementos podría sumarse también el pedido que las petroleras hacen con el fin de alinear el precio de los combustibles con el precio del petróleo Brent, la cotización internacional que se toma como referencia para calcular el precio de exportación del barril de crudo local.

De acuerdo a las refinerías, el precio de las naftas se encuentra desfasado, como mínimo en un 25%. Lo cierto es que el Brent aumentó en un mes de U$D55 a U$D66 en los mercados internacionales y esta suba impacta en los balances de las empresas ya que la moneda local se deprecia a diario contra la moneda estadounidense.

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