Preocupación por la caída en el stock de los feedlots
Hay preocupación por la reducción de la oferta desde los feedlots y el impacto que esto puede tener sobre los precios. De todas formas, desde la Cámara de Matarifes sostienen que el precio del animal vivo aún está atrasado.
Por Patricio Detto | 05-04-2021 02:30hs
Desde la Cámara que nuclea a los Matarifes hicieron pública su preocupación por la reducción de la oferta que están registrando desde los emprendimientos de engorde a corral, conocidos como feedlots. Esta menor oferta de vacunos hace que se produzca una mayor presión sobre los precios, pudiendo derivar en un aumento de los mismos.
El presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), Leonardo Rafael, aclaró que no esperan un aumento de la demanda interna de carne e informó que “a pesar de los valores actuales, todavía existe un retraso en el precio del animal vivo”.
“Los precios no van a bajar, sino que van a tener una tendencia a una suba”.
En lo que respecta a las proyecciones sobre la demanda interna, Rafael explicó que ésta depende del poder adquisitivo de la gente y “sabemos que hoy los sueldos no alcanzan”. Sin embargo, sostiene que el precio del animal vivo aún está atrasado. A pesar de las subas que se vienen dando desde noviembre la ecuación de costos aún no se puede sostener. El dirigente explica que “un animal que entra al feedlot para engorde debería salir a un precio de 210 o 215 pesos el kilo más IVA. El maíz hoy está alrededor de 20.000 pesos y el precio de salida del animal termina estando en el orden del 10 al 20 % por debajo de un precio sustentable para la cadena”.
Debido a esta situación, Rafael fue concluyente: “Los precios no van a bajar, sino que van a tener una tendencia a una suba”. Otra de las causas de esta proyección es que los dueños de feedlots estuvieron perdiendo mucho capital, lo que hizo que se invierta menos y se reduzca el stock de animales. Esto se combinó con un aumento del precio del grano y un mercado interno que ya no resiste los precios del producto final. Rafael explica que esta situación hace que se produzca un cuello de botella donde “ya no es negocio engordar”.
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