El Bloque de Diputados del Partido Agrario y Social (PAyS) de Misiones, impulsor de la implementación de la Ley que el último mes de agosto dio inicio a la creación del Programa de Soberanía Alimentaria en la provincia, solicitó al Poder Ejecutivo un informe acerca del estado de la implementación del mismo.

En este escenario de emergencia sanitaria y teniendo en cuenta que el programa todavía no cuenta con el presupuesto aprobado para este año, Martín Sereno, uno de los diputados que conforma el bloque, presentó un Proyecto de Comunicación ante la Cámara de Representantes y obtuvo tratamiento preferencial para que el Ejecutivo se explaye al respecto.

La Ley provincial VIII-75 entiende como soberanía alimentaria alderecho de los pueblos a producir y recibir alimentos nutritivos a través de métodos sostenibles, así como el derecho a definir sus propias políticas y sistemas agrícolas, dando lugar a los mercados locales, con el objetivo de priorizar a los pequeños productores, y al consumidor, con base en un sistema sustentable.

En esta oportunidad, Sereno reiteró las palabras que dan sustancia al proyecto “Misiones es la primera y única provincia del país en sancionar esa ley, una medida de vanguardia, que el resto de las provincias y la Nación deberían imitar. Pero esto implica desarrollar un programa productivo independiente, ya que Misiones posee 30.000 familias agricultoras. Esa es la particularidad que podemos explotar como una principal potencialidad”

En referencia a la pandemia de coronavirus y sus efectos en la economía provincial, el legislador enfatizó: "Si hubiésemos empezado en marzo con los proyectos productivos, hoy estaríamos cerca de tener producciones locales, con los beneficios que eso generaría para cada comunidad , en el marco de la cuarentena, para las familias y para todos les productores”.

Cabe destacar que el Programa de Soberanía Alimentaria se fundamenta también en asegurar la producción y venta agrícola en todas las localidades, garantizando así a la comunidad el derecho al acceso de productos saludables y cultivados en la comunidad en la que viven, una puesta en valor a lo local, generar una independencia de criterio productivo unido a la nutrición y al desarrollo sostenible en el marco de la soberanía alimentaria