Según fue reportado por la Bolsa de Cereales local, ya se implantaron cerca de 120.000 hectáreas con maíz de primera en la provincia de Entre Ríos durante el ciclo agrícola 2021/22, completando un 30% de las alrededor de 400.000 hectáreas proyectadas para los cultivos de los granos amarillos.

Según detallaron desde el organismo bursátil entrerriano, en los últimos 15 días las labores de siembra avanzaron solamente un 9% por motivo de las fuertes llúvias. Se resaltó además, que las precipitaciones registradas a principio de septiembre, mayormente en el este y sureste provincial, que superaron el valor medio o esperado para el actual mes, generaron "una importante y estratégica recarga del perfil hídrico" del suelo.

Las mencionadas lluvias hicieron que "se paralicen por aproximadamente 10 días las labores de siembra" de los cultivos de los granos amarillos, según la bolsa entrerriana.

Por otro lado, productores entrerrianos informaron a nivel local "un panorama complejo producto de la emergencia hídrica y densidad de plantas logradas en los primeros lotes implantados. Según los informes, se detectaron "desde hectáreas que deben ser resembradas (debido al encharcamiento asociado al descenso térmico), hasta lotes en donde la emergencia fue homogénea y con muy buena densidad de plantas por metro cuadrado", según detallaron desde  la Bolsa de la provincia litoraleña.

Por otro lado, se informó, que ya fueron sembradas unas 9.500 hectáreas con lino, superficie similar a la del ciclo anterior. El estado fenológico abarca desde lotes en elongación (fechas de siembra tardías) hasta inicios de floración (fechas de siembra tempranas), y presenta una muy buena condición en un 8% del total; buena en el 89% y regular en el 3% restante.

Se informó además desde el organismo provincial que en los últimos 15 días se registró una reducción del 24% en la condición "muy buena" de los cultivos y un incremento en la situación calificada como "buena", por motivo de las lluvias que favorecieron la aparición del hongo "roya".

Por estos motivos, los colaboradores apuntaron que en algunos lotes fue necesaria la aplicación de fungicidas, y que se registra "el efecto del escaso desarrollo" en lotes con baja fertilización y algunos inconvenientes en el control de malezas.

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