Según fue reportado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la entidad estimó un fuerte incremento del 38,5% interanual en la superficie sembrada con girasol para el ciclo 2021/2022 a nivel nacional, con un nuevo total proyectado en 1.800.000 hectáreas, unas 500.000 hectáreas superior en la comparación interanual.

Con estas cifras, el aumento representaría un crecimiento del 11,8% en comparación al promedio de siembra de los últimos cinco años. La organización bursátil bonaerense especificó que las proyecciones se encuentran sujetas "a la evolución del contexto económico y a la ocurrencia oportuna de precipitaciones durante la ventana de siembra".

En relación al factor climático, para el periodo que va de julio a septiembre los pronósticos marcan un invierno seco, con módicos aportes hídricos para la provincia de Buenos Aires, Norte de La Pampa, Sur de Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y Este de Chaco.

"De cumplirse estos pronósticos, se contaría con humedad suficiente en la cama de siembra en los núcleos girasoleros del centro y norte del área agrícola, pudiendo llevar adelante las labores y lograr una implantación exitosa, mientras que hacia el interior del país podrían acentuarse las condiciones de déficit hídrico", detallaron desde la bolsa porteña.

Con estas Perspectivas a nivel climático donde se proyectan nuevas sequías se da un marco sobre el cual el girasol se desempeña mejor que el resto de los cultivos de verano favoreciendo también así la intención de siembra. Además, durante el ciclo pasado se registraron resultados positivos en zonas clave que también dan impulso a las proyecciones de implantación.

Con respecto a la coyuntura macro para el cultivo de girasol, la organización bursátil estimó que el mercado mundial de girasol esta en la actualidad particularmente influido por una producción récord de 57 millones de toneladas para el ciclo 2021/22, que “superaría a las cantidades demandadas y generaría un aumento de la relación stock/consumo hasta alcanzar un 5%", según explicitaron desde la BCBA.

Además, hay que ponderar que todos los sucesos del mercado de aceites vegetales resultan determinantes en la formación del precio del girasol. Es que el principal uso de la oleaginosa es en la producción de aceite. "Particularmente, el aceite de girasol tiene la función de equilibrar este mercado, siendo la variable de ajuste, frente a lo que sucede con los aceites de palma y soja". Así, la inferior demanda de biocombustibles que se registró en los últimos meses decantó en una sobre oferta de aceites vegetales generando una presión bajista en los valores.

Se observó también un alza en los precios de los principales insumos para la producción del cultivo como herbicidas y fertilizantes,  inicialmente como resultado del aumento de los precios del petróleo y los granos. La reciente baja del precio de los granos todavía no se plasma en el precio de los insumos, por el sostenimiento de la demanda para abastecer la

siembra gruesa, segun detallaron desde la bolsa porteña.

A pesar de estas situaciones del mercado, la BCBA resaltó que "los US$ 345 por tonelada de girasol registrados en la primera mitad de julio aún se ubican un 38% por encima de los valores del año pasado". En definitiva, los precios siguen siendo favorables a pesar de las bajas en las cotizaciones de los últimos tiempos. Además los productores precisan recuperar las hectáreas relegadas por la sequía en la pasada campaña y para el girasol los márgenes de ganancia continúan por encima de los de la campaña previa.

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