La carrera por la efectividad, aprobación y distribución de vacunas contra el coronavirus pareciera estar acercándose al final, generando jolgorio y tranquilidad en los países más ricos del mundo y dejando a otros cientos de países de rodillas rogando por el acceso a las vacunas.

Desconociendo aún la totalidad de los efectos de las vacunas, ya que los tiempos de la pandemia ignoran los de la ciencia, de las 52 vacunas que estaban en marcha, 11 alcanzaron la fase 3. Y, del amplio abanico de vacunas que fueron desarrolladas a contrarreloj, en Argentina se posicionan 3 como las candidatas principales: La de Oxford- AstraZeneca; Pfizer- BioNTech; y la Sputnik V.

Ninguna de ellas sería de aplicación exclusiva, ya que la intención del Gobierno, de acuerdo a declaraciones de Carla Vizzotti, Secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, es tener una "cartera de vacunas" que permita diversificar y conocer la efectividad de cada vacuna: "Si nosotros compramos todo de una vacuna y esa vacuna no es la que tiene el mejor resultado, es un problema. Entonces, en este momento, estamos intentando generar acciones como para tener diversidad de vacunas".

Analizando las alternativas argentinas de vacunas, de las cuales en muchos casos se desconoce el grado de cumplimiento que le podrán dar las farmacéuticas a las entregas pactadas, todo parece indicar que la distribución global de las vacunas (en particular la concentración de éstas) condenó a una buena parte del mundo a un cuentapropismo, que dejó a las vacunas como un commodity y no como la salida de la pandemia que tiene en vilo al planeta y sus mercados; partiendo las aguas para un lado del tablero mundial que tendrá presuntamente salvado su 2021 y otro que no sabrá cuándo se vacunará ni cuánta disponibilidad habrá.

La vacuna desarrollada por la empresa farmacéutica británico-sueca Astra Zeneca- Oxford, es una de las más económicas hasta el momento: cuesta 4 dólares por dosis, y su efectividad requiere de dos aplicaciones con 28 días de diferencia. La fabricación del principio activo de la vacuna sería en Argentina y se producirían entre 150 y 250 millones de dosis para distribuir también por Latinoamérica.

Pese a la facilidad que representa que sea de producción nacional, Alberto Fernandez anunció recientemente, frente al canal A24, que no se podrá contar con la vacuna de Oxford al menos hasta marzo del 2021, poniendo el foco entonces en la Sputnik V y Pfizer principalmente.

Por su parte, la vacuna de la farmacéutica estadounidense Pfizer, fue aprobada para su uso en Reino Unido, Bahrein, Canadá, Arabia Saudita, México y Estados Unidos; pero su acceso está vedado en nuestro país, pese a que la empresa trabajó con Argentina para su ensayo clínico (liderado por Fernando Polack). Ninguna de las 750 mil dosis que el Gobierno solicitó a la farmacéutica obtuvo el visto bueno.

Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, entre otros países que representan esa minoría con altos capitales, tienen el 14% de la población mundial, pero acapararon dosis de vacunas compradas y reservadas en un 50%.

Su efectividad parece estar respaldada por los países mas ricos del mundo, pero el nivel de concentración en la distribución de la misma es tal que para la Argentina "se demoró la entrega". En números, de acuerdo a The People's Vaccine, el 96% de la producción de la farmaceútica Pfizer- BioNTech, irá destinada a los países con altos ingresos; al igual que la vacuna desarrollada por la también empresa americana Moderna, que destinará el 100% de su producción a Estados Unidos y países del primer mundo.

El acceso a las vacunas es un fenómeno particular que demuestra el nivel de acaparamiento desmedido que llevaron a cabo los países con la billetera más grande: Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, entre otros países que representan esa minoría con altos capitales, tienen el 14% de la población mundial, pero acapararon dosis de vacunas compradas y reservadas en un 50%. Como ejemplo de la distribución desigual, Canadá, compró 5 vacunas por cada habitante, mientras que la solicitud argentina queda relegada.

De acuerdo al cronograma que presentó Alberto Fernandez, 5 millones de personas serían vacunadas por mes, no obstante, el mejor escenario presentado por el Ministerio de Salud es de 4,5 millones de personas vacunadas hasta fines de febrero (menos de la mitad de las 10 millones previstas por el mandatario). Eso, reposando sobre la idea de la llegada de la mediatizada Sputnik V, conocida popularmente como "la vacuna rusa".

La Sputnik V es desarrollada por el Instituto de Investigación Gamaleya, serviría para vacunar a 25 millones de personas, si el pacto hecho por Rusia es cumplido en su totalidad, 10 millones de dosis llegarían a nuestro país durante el primer trimestre del 2021. Su precio es elevado, equiparable con el de Pfizer, rondando los 20 dólares cada una de las dosis pero la disponibilidad es a corto plazo.

Recientemente, en una conferencia de prensa en la Casa Rosada, el Presidente afirmó que la entrega de las vacunas rusas sería escalonada: 600 mil dosis (para vacunar 300 mil personas) para antes del 2021, para enero habrían dosis suficientes para vacunar a 5 millones de personas y en febrero llegarían las vacunas restantes para vacunar a las 10 millones que prevé el cronograma para ese mes.

Nicolas Kreplak, viceministro de Salud bonaerense: "Es falso que la vacuna rusa no sirva en mayores de 60 años, simplemente se está esperando la aprobación para aplicar en esa franja etaria".

Lo cierto es que la llegada de las vacunas viene aparejada con mucha polémica, principalmente luego que el presidente ruso Vladimir Putin asegurase que no estaba recomendada para personas mayores de 60 años y por eso no se la aplicó, profundizando en la opinión pública una desconfianza que ya estaba cimentada por los tintes ideológicos que se le dio al hallazgo científico.

Nicolas Kreplak, viceministro de Salud bonaerense, dialogó con Futurock, brindando tranquilidad y defendiendo a la Sputnik V (que es, a la vez, es la única ofrecida a nuestro país): "Es falso que la vacuna rusa no sirva en mayores de 60 años, simplemente se está esperando la aprobación para aplicar en esa franja etaria"; aprobación que debería surgir de la ANMAT luego de los análisis que se encuentran en curso.

Ginés González García, afirmó brindando alivio al conjunto de la población escéptico de la Sputnik V: "ninguna vacuna se va a aplicar hasta tanto no esté aprobada por las entidades regulatorias" y que la vacunación "será gratuita pero no obligatoria".

El Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, afirmó brindando alivio al conjunto de la población escéptico de la Sputnik V: "ninguna vacuna se va a aplicar hasta tanto no esté aprobada por las entidades regulatorias" y que la vacunación "será gratuita pero no obligatoria". No obstante, la idea del Gobierno es que al vacunar a una buena proporción de la población, se pueda evitar el rebrote como se viene dando en Europa y así cumplir, o intentar cumplir, con el crecimiento del 5,5% económico que se proyectó en el presupuesto del 2021.

Todo dependerá de las condiciones que se vayan presentando, atentos a la versatilidad y las reglas del juego constantemente cambiantes; proyectando como el horizonte más optimo, poder desarrollar las vacunas de Oxford- Astra Zeneca para completar la vacunación en el resto de la población, recibir las dosis pactadas de Sputnik V y como variable más alejada pero deseable, recibir parte de la producción de la Pfizer.

Seguí leyendo: Sputnik V y ruidos en el mensaje: ¿Anti vacunas o ¿Anti gobierno?