El avance de los bioplásticos es una alternativa para disminuir la contaminación producida por el plástico tradicional, principalmente por objetos que se utilizan por única vez, como envoltorios, bolsas, sorbetes, cubiertos y vajilla desechable que tardan años en descomponerse perjudicando al medio ambiente y, especialmente, a los océanos.

A diferencia del plástico sintético que se fabrica a partir de derivados del petróleo, el bioplástico proviene de materiales orgánicos y es biodegradable, pero igual de resistente y versátil. 

Este material se caracteriza por ser derivado de fuentes vegetales, se produce a partir del almidón y la celulosa, polímeros de glucosa elaborados por las plantas, que se obtienen de desechos de papa, maíz, trigo, tapioca, caña de azúcar o yuca.

Las ventajas que conlleva su uso son varias ya que reduce la huella de carbono, supone un ahorro energético en la producción, no contienen aditivos perjudiciales para la salud como ftalatos o bisfenol A y no modifican el sabor y el aroma de los alimentos contenidos.

Fuente Ecología verde y sostenibilidad.com