Desde que el Gobierno nacional declaró el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, los trabajadores rurales continuaron asistiendo a sus puestos de trabajo para cumplir con sus tareas habituales, por ser considerados esenciales para la producción de alimentos por el Decreto 297/2020-PEN. Mientras la cuarentena supone el resguardo y cuidado de la salud para la mayor parte de la sociedad, evitando así la propagación de la COVID-19, también ha ido en detrimento del trabajo formal en el sector rural.

“La falta de controles por el aislamiento agravó la situación y expone a los trabajadores rurales".

El Agrario dialogó sobre este tema con el Secretario General de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), Ramón Ayala, quien explicó que “la falta de controles por el aislamiento agravó la situación y expone a los trabajadores rurales, ya que se encuentran excluidos de los beneficios de la seguridad social, sin cobertura de salud ni de accidentes de trabajo”.

De acuerdo a datos del INDEC y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), a los 500.000 afiliados del gremio, deben sumarse más de un millón de trabajadores que se desempeñan en tareas vinculadas al agro. Pero los números alertan, ya que el 60% se encuentra en la informalidad, flagelo que expone a miles de hombres y mujeres a trabajar en condiciones que no garantizan ni su salud ni su seguridad frente a la pandemia.

Ayala reclama mayor participación a las organizaciones gremiales en los relevamientos que realizan los Ministerios de Trabajo provinciales para poder revertir esta situación con mayor celeridad.

El dirigente gremial comentó también que, en inspecciones realizadas la semana pasada en las provincias de Salta y Corrientes, “encontramos a más del 90% de los trabajadores en negro, sin ningún tipo de protección”. Y agregó que los rubros que se ven más afectados son la cosecha de papa y la horticultura. Ante este escenario Ayala pide aunar fuerzas a los Ministerios de Trabajo provinciales y reclama también que les brinden mayor participación a las organizaciones gremiales en los relevamientos que se realizan en los establecimientos para poder revertir esta situación con mayor celeridad.

El titular de la UATRE hizo especial hincapié en todos aquellos trabajadores que desempeñan sus tareas en las economías regionales, lejos de sus hogares, en otras provincias a las que emigran para trabajar transitoriamente. Y destacó la gestión que el gremio realizó junto a gobiernos provinciales posibilitando que de forma progresiva y paulatina más de 4000 trabajadores pudieran regresar a las provincias de Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero y Corrientes luego de formar parte de las cuadrillas de cosecha en la Patagonia.