Cerveza

Receta de la Cerveza Artesanal

Los egipcios elaboraban la cerveza con panes de cebada crudos o poco cocidos que dejaban fermentar en agua. La llamaban “zythum” que significa vino de cebada.

Por Christian Fasani | 14-03-2020 04:00hs

En Bélgica, durante la edad media los monjes se encargaron de refinar el proceso de la cerveza casi hasta la perfección e institucionalizaron el uso del lúpulo, planta cannabacea que le da su característico sabor amargo, a la vez que favorece la conservación.

En los países muy fríos como Alemania o Inglaterra, la cebada se cultivaba mejor que la uva, por lo que la producción de cerveza era mejor que la del vino, convirtiéndose éstas regiones en grandes productoras de cervezas.

Como ya sabemos, la cerveza artesanal es más atractiva en sabor y presentación y cada maestro cervecero tiene su propia receta. De alguna forma los pequeños productores artesanales de hoy son los continuadores de aquellos maestros antiguos que, sin tantos medios técnicos e industriales, eran capaces de elaborar una cerveza de gran calidad, original, auténtica y saludable.

Ingredientes (para elaborar 15 litros de cerveza casera):

  • 30 litros de agua declorada
  • 4,5 kilos de malta de cebada
  • 25 gramos de lúpulo
  • Un sobre de levadura para hacer cerveza (no de panadería) y azúcar.

Antes de comenzar, comprobar la limpieza de los elementos a utilizar, ya que la presencia de bacterias no gratas puede arruinar el sabor de la cerveza casera, para higienizar los mismos lo correcto es hacerlo con alcohol y no con detergente.

 

Los 5 pasos para hacer cerveza artesanal casera:

Maceración

Se coloca por 90 minutos la malta de cebada en una olla de agua caliente, que tenga una temperatura de entre 67 y 70 grados, teniendo en cuenta que por cada kilo de malta se deben utilizar 3 litros de agua. Revolver para que no se generen grumos indeseados.

Aquí el almidón se transforma en azúcar y se obtiene el mosto, un líquido dulce y denso.

 

Hervor

El mosto debe hervirse durante una hora. Mientras tanto, se le va agregando, por partes, el lúpulo, que es lo que le da el amargor y aromatiza a la cerveza.  Terminado el hervor, la mezcla de mosto y lúpulo debe revolverse para que los residuos que se generaron en el proceso caigan al fondo de la olla.

 

Enfriado

Una vez que el mosto fue hervido debe pasarse a un fermentador, y para ello, la temperatura del mismo debe descender lo más rápido posible. Esto puede llevarse a cabo de varias maneras, desde la más casera, que es colocar la olla en una bacha con hielo, hasta el método serpentina, el cual consiste en pasar la cerveza por un caño de cobre enrollado y enfriado con hielo.

 

Fermentación

A la mezcla de mosto y lúpulo se la vierte en un recipiente para la fermentación, que puede ser un bidón de agua o una heladera de camping. Allí se le agrega la levadura, que convertirá los azúcares del mosto en alcohol. Al recipiente debe hacérsele una trampa de aire para que salga el aire, pero para que no entre. Una técnica habitual para este paso es utilizar un bidón de agua y colocarle en su extremo un globo pinchado. La fermentación lleva aproximadamente 10 días y como resultado se obtiene cerveza sin gas. El recipiente para la fermentación debe ser conservado en un ambiente oscuro cercano a los 19 grados.

 

Maduración y embotellamiento

Una vez terminada la fermentación debe pasarse la cerveza a otro bidón. Esto se hace para descartar toda la cama de levaduras que se formó en el fermentador y dejar descansar el mosto antes del embotellado. Si este proceso, que dura una semana, se puede realizar en frío mucho mejor, ya que se clarificará de mejor manera la cerveza.

Aquí también debe hacerse la técnica de carbonatación natural con azúcar en el embotellado. Para ello se crea un almíbar, el cual se coloca en el madurador antes de embotellar. Para realizar el almíbar se calcula 7 u 8 gramos de azúcar por litro. Con una mínima cantidad de agua se calienta el azúcar hasta dejarlo hervir por unos minutos, luego se lo añade al mosto, revolviendo suavemente, sin que la cerveza tome contacto con el aire para evitar su oxidación.

Posteriormente, la cerveza se coloca en las botellas, las cuales deben ser tapadas y luego se aguarda 10 días más. La manera de darse cuenta si las cervezas están listas es abriendo alguna botella y servirla en un vaso, si se observa que tiene gas, las mismas ya están óptimas para consumir, sino hay que esperar unos días más.

Un dato importante es que para que el proceso de carbonatación sea exitoso las botellas deben guardarse a temperatura ambiente y nunca en la heladera, ya que el frío afectaría a las levaduras, por lo cual no se realizaría la carbonatación y se arruinaría la cerveza.

Una vez finalizado el proceso se puede degustar y consumir la cerveza artesanal casera junto a familiares y amigos

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