Lástima que, basada en la extrema desigualdad socioeconómica existente, ninguna competencia es realmente libre y mucho menos justa.

Recrudece el discurso neoliberal (que de "neo" tiene muy poco) y la ultra derecha pone en carrera la seducción de las propuestas anti- Estado, anti-control y anti-derechos. Con la vara alta, el Pro debe redoblar sus esfuerzos para no perder parte de sus votantes, obnubilados por la propuesta ultra y movidos por el acérrimo odio histórico al peronismo.

El máximo referente del Pro, el expresidente Mauricio Macri, fue quien hace dos semanas, cuando reunió a los principales referentes del PRO en Puerto Madero, pidió que debían volver a las fuentes: recuperar su identidad, ser más nítido en lo ideológico, para lo cual propuso "despegarse" del radicalismo.

Así lo demuestra en cada nueva aparición mediática, exacerbando su discurso. A su vez, su ¿"sucesor"?, Horacio Rodríguez Larreta, también apuesta por la dureza de sus declaraciones respecto a las medidas que tomaría en caso de acceder, en 2023, al más alto cargo ejecutivo de la Nación Argentina.

No es la primera vez que Larreta y otros dirigentes del Pro se expresan a favor de la reducción de los derechos laborales. Ya se habían pronunciado por la eliminación de la indemnización, un derecho ganado por los trabajadores dependientes de su relación laboral para su subsistencia. Una relación de dependencia y de franca desventaja, en la cual la indemnización constituye el mínimo reaseguro económico cuando un trabajador queda sin ingresos para sustentar los gastos básicos de alimentación y vivienda.

La enorme contradicción de Larreta: flexibilización laboral para fomentar el trabajo ¿estable?

Por su parte, Macri ya no propone privatizar Aerolíneas Argentinas, sino directamente eliminarla. ¿Y sus trabajadores? Esa pregunta no se la formuló el destacado periodista de Todo Noticias, Joaquín Morales Solá. "No poner un dólar más. Si Aerolíneas no puede mantenerse como una línea aérea común, entonces que no exista más. Hay otras líneas aéreas que nos van a llevar a donde necesitemos, vamos a conectarnos al mundo sin tener que darle a Biró y sus amigos 700 millones de dólares por año. No va más", afirmó Mauricio Macri en dicha entrevista.

En un país con la extensión del nuestro, y su relativa escasa población, la aerolínea de bandera en manos del Estado cumple un rol social fundamental que hace a la comunicación y a la integración territorial. Macri cuestiona unos supuestos 700 millones de dólares por año y no dice nada de los 44.000 millones de deuda externa que nos dejó de regalito y cuyo destino no se ve en ninguna obra pública, en ningún hospital, escuela o autopista.

Compitiendo para ver quién se pone más a la derecha, Larreta señaló esta mañana, al hablar  con radio Mitre, que "Hay que replantear el sistema laboral. Hay gente que trabaja desde su casa, a la noche, en horarios más flexibles". Lo contradictorio es que mientras enfatiza que "así como estamos no se genera trabajo, no hay laburo estable y privado en la Argentina", promueve la eliminación de la indemnización y claramente detrás de esta ambigüedad lo que busca es profundizar la flexibilización laboral, y con ello la precarización del trabajo, pues para él "tomar un trabajador cuesta una fortuna" (entendemos que quiso decir "registrar a un trabajador").

La solución al problema de los costos empresarios en materia laboral no debe buscarse en la eliminación de derechos de los trabajadores, sino en una profunda y equitativa reforma impositiva. Alguna vez nuestros legisladores deberán abordar de lleno el esquema impositivo de nuestro país, claramente desigual e injusto, y construir uno nuevo, realmente moderno y equitativo.

El pensamiento liberal siempre busca formar sus voceros más eficaces y los entrena para que se vistan de libertarios, anti sistema. Libertad que para unos pocos significa poder enriquecerse a costa de la mayoría que la única libertad que le queda es la libertad de morirse de hambre.