Reclaman el cumplimiento de la ley que podría cambiar el juego
La Ley de Góndolas se consolidó como el paso necesario hacia una nueva etapa para los eslabones más débiles de la cadena productiva, pero su cumplimiento no sería en el corto plazo.
Por Belén Benítez | 18-04-2020 11:00hs
Los reclamos de las entidades por medidas que beneficien a los pequeños y medianos productores, los integrantes de la Agricultura Familiar y Pymes, son una constante en todas las propuestas que los referentes del sector le hacen a la clase política.
Hace poco más de una semana, el titular de la Federación Agraria Agentina (FAA), Carlos Achetoni, emitió un comunicado advirtiendo sobre los bajos ingresos de estos productores que, en muchos casos, "se ubican por debajo de la línea de pobreza", lo que los condena a un "sometimiento y empobrecimiento".
"A los consumidores de menor poder adquisitivo, se los priva del acceso a los alimentos básicos".
Según Achetoni, "los desequilibros" de las "cadenas parasitarias de comercialización" posicionan en el rol de perdedores tanto a los productores como a los consumidores": a unos se les "desvalorizan sus producciones" y "a los consumidores de menor poder adquisitivo, se los priva del acceso a los alimentos básicos". Sin embargo, Achetoni, aseguró que estos "desequilibrios podrían corregir con circuitos cortos de comercialización", "dignificando los ingresos de los productores y asegurando el acceso de los consumidores a los productos alimenticios con precios más justos y razonables".
Como respuesta a las exigencias de políticas específicas para el sector, se reglamentó la ley de Góndolas que ordena la distribución de productos en supermercados y favorece la oferta de productos del sector de la agricultura familiar, campesina e indígena, economía popular y los productos de cooperativas y mutuales: los supermercados sólo podrán otorgar un 30% del espacio de góndola en un mismo proveedor y deberán reservar un 25% del espacio total de góndola para la oferta de productos que generados por los productores mencionados.
La ley de Góndolas brinda a los pequeños productores nuevas oportunidades para hacerse de un lugar en las grandes cadenas de comercialización.
Se trata de una ley que le da oportunidad a miles de productores de alimentos que vienen teniendo escasos ingresos, hacerse de un lugar en las grandes cadenas de comercialización, pudiendo así acceder a nuevos y más consumidores que podrán verse beneficiados de precios más accesibles por la democratización de la oferta.
Pese a las respuestas positivas que tuvo la ley para referentes del campo, el titular de CONINAGRO, Carlos Iannizzotto, afirmó que "resulta prometedor que el sector cooperativo tenga la posibilidad de un cupo en las góndolas que favorezca la compra directa a productores y cooperativos, minimizando o restringiendo los intermediarios", todavía resta para que la Ley de Góndolas se consolide.
Sería un gran beneficio para los consumidores, las pequeñas empresas, los distribuidores y para el país.
Iannizzotto afirmó que aún "hay casos que están dudosos (...) que para tener mayor transparencia se deberían establecer diferentes isologos según cada tipo de producto como "Compre MiPyMe", "Compre Agricultura familiar, campesina e indígena", "Compre Economía Social", entre otros". A su vez, desde la Federación Argentina de Supermercado y Autoservicios (FASA), advirtieron que será "difícil que se mantenga en el tiempo" ya que "podría perjudicar a algún lugar de la cadena", pero aseguraron que sería un "gran beneficio para los consumidores, las pequeñas empresas, los distribuidores y para el país".
Sin duda, si la ley se cumple, la realidad de todos los pequeños y medianos productores, Pymes, del sector de la agriculturas familiares, campesina e indígena, así también como de la economía popular y los productos generados, cooperativas, mutuales y los productores campesina podría revertirse favorablemente. Los sectores usualmente relegados bajo el yugo de aquellos que están en una posición dominante, podrían ser el eslabón clave para garantizar el abastecimiento de productos, evitar las especulaciones de precio que afectan al consumidor y contribuir a la transparencia entre el productor y el consumidor