Desde el año 2008, la red MARAS, Monitoreo Ambiental en Tierras Áridas y Semiáridas, es la encargada de evaluar todos  los cambios a mediano y largo plazo de las condiciones que presentan el suelo como la vegetación de los pastizales naturales en la Patagonia argentina.

Tiene una capacidad instalada de 426 monitores que abarcan zonas desde la provincia de la Pampa hasta Tierra del Fuego. Hasta el momento 250 de estos monitores fueron reevaluados al cumplir cinco años. Con la información obtenida se pueden confeccionar los mapas que permitirán plasmar los primeros cambios en la vegetación, especialmente si la región mantiene o aumenta cobertura y biodiversidad.

Cabe destacar, que las MARAS brindan información a escala regional, convirtiéndose en una fuente fidedigna de datos sobre el despliegue de los pastizales dentro de un predio.

Según información proporcionada por el INTA, todos los datos de los puntos de monitoreo ambiental, así como una descripción completa de la metodología desarrollada por ese Instituto, quedaron alojados en Scientific Data de la revista Nature. Se trata de una publicación internacional y en línea de acceso abierto que aloja bases de datos científicas a escala global.

Gabriel Oliva, es especialista del área de Recursos Naturales del INTA Santa Cruz y Coordinador de la MARAS. Consultado sobre este nuevo acceso de la red, expresó que: "Esto constituye una línea de base, a partir de la cual se podrá evaluar en el futuro con mucha precisión la evolución de variables clave como la cobertura vegetal, la biodiversidad, el carbono orgánico o la composición florística".

El investigador del INTA indicó que, gracias a este sistema de monitoreo, se dispone de información: "Tanto para los investigadores que están alerta sobre el impacto de la desertificación y del cambio climático, como para los más de 400 productores de ovinos que se encuentran distribuidos en la Patagonia, permitiendo avanzar en la toma de decisiones, certificación ambiental de manejo sustentable de la industria ganadera y la implementación de las políticas públicas".

Al tomar fotografías que permiten evaluar cambios fisonómicos, es factible estudiar detalladamente la cobertura de la vegetación y la diversidad de plantas, además de analizar el tamaño y la estabilidad de los parches de suelo desnudo. El profesional del organismo indicó que: "Asimismo, se toman muestras de suelos para analizar Carbono Orgánico, nitrógeno (N), textura, pH y conductividad".

Las parcelas que se monitorean están ubicadas en 380 establecimientos productivos que aceptaron participar de este estudio de largo plazo, que permiten brindar información de 11 zonas agroecológicas de la Patagonia. Están incluidos 30 monitores instalados por el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Chile) en la Patagonia Chilena.

En los trabajos de investigación realizados por la red MARAS, intervienen más de 50 investigadores del INTA y otras instituciones, como la UNPA, el CONICET y organismos provinciales y nacionales, como el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.

Toda la información recolectada hasta ahora está disponible también en el Portal web Maras para que cualquiera pueda ver los datos y acceder a los monitores.

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