Reintroducción del yaguareté en Corrientes
El nuevo Parque Nacional Iberá tendrá cinco yaguaretés salvajes que serán los primeros representantes de esta especie reintroducidos con el objeto de restaurar el equilibrio del ecosistema e impulsar el desarrollo económico de la región a través del ecoturismo.
Por Redacción El Agrario | 15-02-2020 11:30hs
La acción del hombre ha provocado la extinción de diferentes especies animales y vegetales, y otras tantas quedaron al borde de su desaparición. Es el caso del yaguareté en nuestro país, entre otras especies que peligran.
La provincia de Corrientes, en el noreste de nuestro país, donde se ubica Iberá, perdió sus yaguaretés en los años cincuentas, debido a la caza deportiva o por el interés comercial de sus pieles, y a la pérdida de hábitat natural. Los únicos felinos de esta especie que quedaron se refugiaron en las selvas de la provincias de Misiones, en el límite con Brasil y Paraguay.
Es por esta razón que la fundación The Conservación Land Trust (CLT) preocupada por restablecer el dinamismo y armonía entre los seres vivos y el medio ambiente, se asentó en la región del Iberá.
El hombre domesticó un par de especies y está en camino de eliminar aquellas que no le resultan productivas, pero esta simplificación de la naturaleza atenta contra nuestra propia supervivencia
CLT Argentina fundada por Douglas Tompkins (creador de las marcas de indumentaria North Face y Esprit) y Kristine Tompkins en la década de los noventas, es ahora Rewilding Argentina. Douglas, con el dinero obtenido de sus empresas comerciales, comenzó a comprar terrenos en Corrientes, luego se sumaron más terrenos comprados a través de las donaciones recibidas en la fundación y, finalmente, se generó el espacio que desde 2018 se conoce como el Parque Nacional de Iberá, donado al Estado con la única condición de bregar por su conservación natural.
El proceso en que se enmarcaron estas acciones entre la fundación, el gobierno local, empresas privadas y ciudadanos de corrientes, se denominó Proyecto Esteros del Iberá.
Si bien en 2015 Douglas Tompkins falleció en un accidente de canotaje en Chile, su esposa Kistine continúo con las actividades. El equipo de profesionales que lidera Sofía Heinonen, bióloga y directora ejecutiva de Rewilding Argentina, junto a Sebatián Di Martino, director de conservación del proyecto, busca la reinserción del yaguareté en su habitat natural.
Según Sofía Heinonen, "el hombre domesticó un par de especies y está en camino de eliminar aquellas que no le resultan productivas, pero esta simplificación de la naturaleza atenta contra nuestra propia supervivencia. Enfocar el problema ambiental sólo desde la perspectiva del cambio climático es un error". Sofía plantea que la clave es la restauración de los ambientes naturales, para ello la recuperación de las especies endémicas es fundamental, explicó.
La fundación creó en el parque, en el año 2015, el Centro de Reintroducción de Yaguareté con el objetivo de criar especímenes para ser liberados a la naturaleza. En un primer momento arribaron al centro animales ya nacidos en cautiverio y domesticados o rescatados y rehabilitados, que no son aptos para ser liberados pero sí sus crías que crecieron en el centro sin contacto humano, monitoreados por cámaras, y alimentadas con presas vivas que tuvieron que aprender a cazar. Al respecto, explica Di Martino que “lo importante es que no asocien al hombre con nada bueno, por eso no deben ver cuándo introducimos su alimento en el corral”.
La restauración del predador tope permitirá recomponer la riqueza y diversidad del entorno y asegurará la continuidad genética en todo el país.
Los protagonistas del programa son cinco yaguaretés jóvenes que pronto tendrán que cazar por sí mismos, regulando así la población de los herbívoros de la región y ayudando a restaurar el equilibrio ecológico en el parque nacional. "La restauración del predador tope permitirá recomponer la riqueza y diversidad del entorno y asegurará la continuidad genética en todo el país", manifestó Sofía Hainonen, que se alegra con la recuperación del hábitat natural del Iberá en su total riqueza vegetal y animal, un paisaje de gran belleza, territorio lleno de lagunas, palmeras, pastizales y bosques.
Pero, para poder consolidar esta recuperación es necesario que la sociedad comprenda no solo la importancia ecológica sino además social del proyecto, pues traerá una consecuencia económica positiva para la región, contribuyendo a fomentar el ecoturismo, dando trabajo a los lugareños. En ese sentido la bióloga de Rewilding expresa que “hay que lograr que la gente tenga una percepción económica positiva del yaguareté. Si es algo bueno, no lo matará”.
En definitiva se trata de encontrar y mantener el equilibrio entre naturaleza y sociedad, entre el yaguareté y quien fue su principal predador, el hombre