Patricia Bullrich, actual titular del PRO, brindó una declaración televisiva en la que aseguró que el laboratorio Pfizer exigía "condiciones razonables" para la venta de las vacunas pero de pedir las Islas Malvinas a cambio de la provisión dosis contra el coronavirus "se la podríamos haber dado".

Como era de esperarse, las polémicas declaraciones de la exministra no pasaron desapercibidas y generaron el repudio de dirigentes políticos y excombatientes, inclusive de facciones de las fuerzas armadas que son su bastión político. A su vez, sus apátridas declaraciones impulsaron la presentación de un proyecto de ley para sancionar a los que niegan la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas.

Durante la entrevista con La Nación+, Bullrich dijo: "Pfizer no pidió cambio a la ley, lo único que pidió fue un seguro de caución, como se lo pidió a todos los países del mundo, que es algo razonable" y agregó con una contundente falta de sensibilidad: "No pidió los hielos continentales ni la Patagonia" aunque "las Islas Malvinas se las podríamos haber dado".

Todo esto le valió a la exministra una denuncia ante la Justicia Federal que resultó sorteada en el juzgado federal 10 a cargo de Julián Ercolini. La denuncia sostiene que los dichos de Bullrich se refieren de modo irrespetuoso a lo que representan las Islas Malvinas para la Argentina y denotan "un desprecio evidente que lesiona la política exterior en materia de soberanía".

Durante la gestión de Mauricio Macri la posición en torno a las Islas Malvinas fue de un total desdén, siendo el primer Presidente desde la dictadura en no reinvindicar la soberanía nacional.

Lo cierto es que las declaraciones de Bullrich dejan en evidencia, una vez más, la política entreguista que mantiene la fragmentada oposición nacional. En este sentido, es menester recordar que la durante la gestión de Mauricio Macri la posición en torno a las Islas Malvinas fue de un total desdén, siendo el primer Presidente desde la dictadura en no reinvindicar la soberanía nacional.

Los dichos de Patricia Bullrich reabrieron la herida de algunos excombatientes, quienes agrupados en el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) de La Plata, repudiaron enérgicamente las declaraciones de la dirigente PRO. Desde Cecim sostuvieron que las declaraciones se alinearon a la política que Macri expresó durante su presidencia y recordaron que el ex mandatario se puso a disposición de los intereses británicos firmando el acuerdo Foradori/Duncan que les posibilitó avanzar sobre el Atlántico Sur.

Por su parte, desde la Federación de Veteranos "2 de abril" emanaron un comunicado de absoluto repudio a los dichos de Patricia Bullrich y destacaron el sarcasmo y la leve sonrisa con la que los manifestó. A su vez, también recordaron que esta política de desinterés ante el patrimonio nacional "también se puso de manifiesto durante los tratados de Madrid I y II y los acuerdos Foradori - Duncan".

Además del rechazo de los excombatientes, también desde el arco político expresaron su malestar ante las palabras de Bullrich que no hacen más que desnudar lo que fue su gestión durante los años en los que la derecha estuvo al frente del país: una política de endeudamiento, sumisión y enriquecimiento de toda la burguesía tradicional argentina de las que forman parte las principales cabecillas de la oposición.

El diputado nacional del Frente de Todos, Nicolás Rodríguez Saá, presentó un proyecto de ley que sanciona con una multa a dirigentes políticos y funcionarios que " nieguen la soberanía, difundan erróneamente u omitan la correcta denominación de las Islas Malvinas".

También se sumaron críticas de dirigentes del Frente de Todos como el canciller Felipe Solá; el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus; el gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella; la agrupación La Cámpora; y los diputados Hugo Yasky y Leopoldo Moreau, entre otros.

El blindaje mediático y el bajo costo político que tienen las medidas de la oposición actual parecen esconder debajo de la alfombra declaraciones como las esgrimidas por Patricia Bullrich o los dichos de Carrió.

Entre muchas otras declaraciones de políticos, el gobernador de Tierra del Fuego y Malvinas, Gustavo Melella afirmó que Bullrich, “en su afán por criticar al Gobierno de Alberto Fernández, y en el marco de una eterna campaña electoral, ha perdido todo tipo de sentido común y el decoro que debe tener un dirigente político". En la misma linea, el intentente de Usuhaia, Walter Vuoto, aseguró que la frase de Bullrich "no se trató de un error" sino que fue "una muestra de cómo piensa esta persona y el espacio político que ella preside".

Procurando atajarse, Bullrich recurrió a twitter para explicarsu frase: "frente a las mentiras por la cual no se compraron vacunas, ejemplifiqué que el Gobierno dijo cualquier cosa: hasta que podíamos entregar las Malvinas o los glaciares. Si me expresé mal, ratifico mi posición a favor de nuestra completa soberanía sobre las Islas Malvinas". Sin embargo, su explicación no subsanó sus dichos.

El blindaje mediático y el bajo costo político que tienen las medidas de la oposición actual parecen esconder debajo de la alfombra declaraciones como las esgrimidas por Patricia Bullrich o los dichos de Carrió quien aseguró que con las vacunas "nos estaban envenenando". Se trata de una constante ida y vuelta en la cual por una parte se descree de las vacunas, se denuncia su ineficiencia, se instalan fake news acerca de estas y luego se le exige al Gobierno nacional que haya en cantidades que ignoran la realidad del mundo y la distribución de las vacunas. 

Por último, es interesante analizar la primer parte de las afirmaciones de Patricia Bullrich en la cual denuncia que el Gobierno nacional no quiso ceder a las exigencias del laboratorio estadounidense. En relación a esto, si bien actualmente se han reabierto las negociaciones con Pfizer, a mediados del año pasado se esperaba pactar un acuerdo con el laboratorio para acceder a 3 millones de dosis de la vacuna. Sin embargo, durante las negociaciones llevadas a cabo durante el 2020 el presidente Alberto Fernández aseguró que el laboratorio pretendía demasiadas exigencias y reenfocó la estrategia en conseguir vacunas por parte de la Federación Rusa.

Pfizer exigía a los países latinoamericanos la inclusión de activos soberanos de estos países, como embajadas o bases militares, para asegurarles dosis.

Entre las exigencias leoninas para celebrar el contrato, de acuerdo a una investigación The Bureau of Investigative Journalism (TBIJ) Pfizer exigía a los países latinoamericanos la inclusión de activos soberanos de estos países, como embajadas o bases militares, para asegurarles dosis. Un requisito cuasi colonialista que se contrapone con los dichos de Bullrich acerca de la "razonabilidad" de estas cláusulas.

La reapertura de las negociaciones para la obtención de vacunas de Pfizer viene ligada a un contexto internacional en la cual la mayor presencia de China y Rusia en el país, a través de las vacunas, despertó intereses geopolíticos que podrían devenir en la obtención de vacunas de Pfizer para la población argentina. No obstante, es de esperarse que se trate de una negociación tensa ya que las condiciones draconianas que exigía el laboratorio americano es improbable que se conviertan rápidamente en altruistas.

Si te interesó esta nota, te sugerimos leer: ¿De la pandemia saldremos mejores?