El gobierno de la provincia de San Luis sembró desde el aire 15 hectáreas de la Cuenca El Morro, un territorio que presenta un acceso complicado, con suelos altamente erosionados y desbalance hídrico. Las bombas se elaboran con semillas recolectadas por los ciudadanos puntanos.

San Luis tiene un bioma árido de sierras, y aunque sean escasas las precipitaciones en gran parte del año, su diversidad botánica está preparada para la ausencia de lluvias.

En tal sentido, el proyecto impulsado por el gobierno de Alberto Rodríguez Saa tiene como objetivo principal, intensificar la forestación en esas zonas que presentan una profunda erosión y cuyos recursos de agua son escasos. El aumento superior al 40% de los cursos de ríos existentes, campos sedimentados, rutas y caminos cortados, es el resultado y la prueba del gran desbalance hídrico que hoy afecta a la Cuenca del Morro.

El proceso de reforestación se realizó a través de esta “lluvia de bombas de semillas lanzadas desde el aire con un avión a lo largo y a lo ancho de 15 hectáreas afectadas, con un total de 15 mil bombas. Esta zona intervenida es una de las más vulnerables del territorio provincial y fue declarado “espacio en emergencia ambiental”.

¿Cómo es la técnica que se utilizó?

Consiste en utilizar un avión cargado con bombas de semillas, para ser lanzadas en zonas declaradas en emergencia ambiental.

Las bombas son elaboradas siguiendo la técnica Nendo Dango, creada por el biólogo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka y están formadas con arcilla, tierra, compost y semillas. Las producen trabajadores de la cartera ambiental y beneficiarios sociales con semillas recolectadas por los ciudadanos.

La iniciativa alcanzó una producción de 50 mil bombas, que darán vida y cobertura vegetal con árboles de caldén, algarrobo, entre otras especies autóctonas, de difícil acceso y con alto índice de desertificación.

Finalizado el proceso de secado, funcionan como un micro hábitat para las semillas, donde quedan protegidas de la intemperie y de las acciones de animales. Pueden permanecer durante mucho tiempo en estado de latencia, y al comenzar la temporada lluviosa absorben la humedad y germinan, dando inicio al proceso de reforestación.

Cada una de estas bombas, están formadas por una porción de “suelo artificial”, cultivado con semillas, que se convertirán en árboles en el futuro, contribuyendo a reforestar parte de este territorio aniquilado y lograr frenar el avance de procesos erosivos, y con esta intervención contribuir a disminuir el desbalance hídrico que se apoderó de esa zona.

Calendario

Se contemplaron dos vuelos antes de que finalice este 2020. En este proceso de forestación, el primer lanzamiento de bombas de semillas se realizó en la cuenca media. La segunda siembra se realizará con unas 45 mil bombas que tendrán como destino otras 35 hectáreas.

La iniciativa ecológica forma parte del plan ambiental que desarrolla el gobierno provincial, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Parques.

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