¿Se puede transformar un suelo no agrícola en productivo?
¿Sabías que un suelo que originalmente era muy complicado y se consideraba cómo no agrícola se puede transformar en un suelo totalmente productivo? ¿Cómo se logra esto? El Agrario dialogó con la Ingeniera Agrónoma, Magali Gutiérrez, quién se especializa en investigación y desarrollo en campo para contarte sobre este método.
Por Marianela Chimento | 31-05-2020 10:00hs
El Agrario dialogó con Magali Gutiérrez, Ingeniera Agrónoma, gerente técnica de desarrollo en Aapresid (Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa), de la región nor-patagónica.Actualmente se encuentra trabajando dentro del programa "Sistema Chacras" de la entidad, con el objetivo de generar información agronómica y técnica para desarrollar una nueva zona productiva para Argentina.
La zona elegida en esta oportunidad es la del valle de la provincia de Río Negro, abarcando todo lo que es valle medio, valle de General Conesa y valle inferior. Son zonas cercanas a un río de donde no se aprovecha el agua para regar, y va al mar casi en su totalidad. Por lo tanto, en estas zonas aledañas, se están empezando a instalar proyectos de desarrollo para poder producir, tomando dicha agua, dándole una utilidad correcta para el riego y la generación de forraje, carne, granos, etc.
Al ser una zona nueva no hay información técnica y, para que los proyectos avancen, se debe generar una base de datos dándole sustentabilidad, tanto ambiental como económica.
La ingeniera explicaba que en esta zona hay un monte natural de bajo porte, con cultivos arbustivos de medio metro, que en general presentan deficiencias de fertilidad física y química, con bajo contenido de materia orgánica. Cuando uno se instala en una región así, se encuentra con suelos de bajo desarrollo, en los que hay que trabajar mucho, ¿Cómo se logra esto?
Para poder transformar un suelo prístino en productivo se combinan dos cosas, en primer lugar se procede a la instalación de raíces y cultivos que trabajen recorriendo el suelo, mejorando sus niveles de infiltración de agua y empezando a desencadenar actividad biológica. A su vez, hay que irrigarlo, aplicando agua de riego de primera calidad para ir lavando sales que pueden ser problemáticas para esas raíces.
Al combinar, la actividad de raíces de distintos cultivos ensamblados en el tiempo con la aplicación de agua de río de primera calidad, se empieza a generar el desarrollo del suelo. Un suelo que originalmente era muy complicado y se consideraba cómo no agrícola, se transforma en un suelo totalmente productivo. Los mismos tardan entre 2 y 4 años en desarrollarse.
Para ser más claros, Gutiérrez explicó que un suelo que actualmente tolera una vaca cada 20 hectáreas, produciendo así un ternero cada 40 hectáreas, con este método, se lo puede transformar dando lugar a un producción de 15 toneladas de maíz, 10 toneladas de trigo, y 4 toneladas de soja. De esta forma se tiene un beneficio para todo el sector productivo.
Finalizando, la entrevistada resaltó que la idea de este proyecto es sostener el buen rendimiento. Con los ingresos generados, se pueda continuar desarrollando el resto de los suelos, poniendo en funcionamiento una región con un altísimo potencial productivo.