La prohibición de exportar maíz durante los meses de enero y febrero, impuesta por el Gobierno nacional sorpresivamente en el último día del año 2020, generó que la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), a excepción de Coninagro, determinaran el cese de comercialización de todos los granos durante tres días, a partir de las 0 hs del lunes 11 de enero.

Según el análisis del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), respecto a la medida dispuesta por el Gobierno, el abastecimiento correspondiente al mercado interno estaba asegurado para el bimestre de verano por el aumento relativo en la producción (afectada por la sequía), de 50 millones de toneladas totales del grano amarillo, y los potentes stocks con destino de consumo con aproximadamente 10 millones de toneladas, cuando la exportación solo preveía despachar 1,2 millones de toneladas a lo largo de enero y febrero.

Los exportadores alertan además por el desprestigio y las dudas que se generan sobre los compromisos asumidos.

"La intervención en un mercado transparente altera las reglas y genera incertidumbre entre los productores, que retraen la venta de sus stocks y reducen la siembra de la próxima campaña, lo que provoca la reacción inversa para reducir los precios internos", explicitó el CEC.

Los exportadores alertan además por el desprestigio y las dudas que se generan sobre los compromisos asumidos, además de la reputación comercial internacional y la incertidumbre en la continuidad de la Argentina como proveedor internacional permanente de granos.

Este es un fuerte argumento por el que desde el centro de exportadores instan a las autoridades nacionales a retrotraer la medida, hacer una convocatoria a las entidades sectoriales de la cadena del maíz y consensuar una salida que devuelva la reputación y transparencia a la Argentina para la comercialización de granos.

En la misma línea, las cadenas agrícolas, reunidas en Acsoja, Maizar, Asagir y Argentrigo, destacan que este tipo de medidas de controles gubernamentales sobre mercados de granos afectan al desarrollo nacional y de la agroindustria como generadora de divisas, exportaciones y empleo que el país necesita para salir de la crisis.

"Este tipo de acciones erosionan fuertemente la confianza y conducen a que inmediatamente se retraigan las inversiones, tanto las de corto plazo, como puede ser el plan de siembra y paquete tecnológico a aplicar, como también en las inversiones de largo plazo, como la decisión de comenzar un programa de Investigación y Desarrollo, o la construcción de una planta industrial", subrayaron, y sumaron: "Necesitamos demostrarles a nuestros clientes del exterior que pueden contar con un proveedor confiable".

"Es fundamental contar con previsibilidad para poder pensar en el largo plazo, con un horizonte claro, conociendo las reglas de juego. Este es el camino para continuar creciendo y fortaleciendo la economía de nuestro país, con el trabajo conjunto y mancomunado de todos los sectores basados en el diálogo y la confianza", cerraron.

Desde la industria de la carne no ven beneficios por la suspensión de exportaciones de maíz

En contra de la argumentación del Gobierno nacional, la Cámara Argentina de la carne (CICCRA) aseguró que el cierre de exportaciones de maíz para enero y febrero dispuesto por el Gobierno no impactaría en los precios de la cadena de la carne, a contramano de la cartera de Agricultura que explicó que la medida busca garantizar la oferta del grano usado como alimento de animales para producción.

La decisión del gobierno no aumentará la oferta ni hará bajar los precios, tratándose de un mercado donde no hay escasez del cereal.

El presidente de CICCRA, Miguel Schiariti, declaró que la decisión del gobierno no aumentará la oferta ni hará bajar los precios, tratándose de un mercado donde no hay escasez del cereal, contrariando la argumentación oficial.

“¿Que va a pasar? Nada, nadie va a dejar una moneda dura como es el maíz, porque el maíz cotiza en dólares, porque no lo dejen vender al mercado exterior. Va a vender cuando necesite vender y va a vender a los precios que estaba vendiendo antes del cierre de esto”, detalló en declaraciones a la agencia Reuters.

Según Schiariti, las alzas en los precios de la carne estuvieron influenciados en el mes de diciembre por factores estacionales y el relajamiento de restricciones por la pandemia de COVID-19. “No es el camino. Lo que tendrían que haber hecho es no apurarse y esperar que pasara lo que está pasando hoy. Ya en la última semana cayeron los precios de la carne", subrayó el dirigente.

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Fuentes: Télam / Reuters