Sergio Busso, ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, planteó su desacuerdo con la decisión del Gobierno nacional de suspender las exportaciones durante enero y febrero. 

Aunque el cierre de exportaciones es una medida temporaria, es “una medida desacertada” sostuvo el Ministro cordobés y aseguró que la intervención gubernamental trae incertidumbre en la antesala de la próxima campaña agrícola y desalienta planes de inversión.

“En Córdoba, como primeros productores nacionales de maíz, entendemos que el cierre de las exportaciones de dicho cultivo es una medida desacertada, puesto que afecta las expectativas de inversión de un sector muy importante para nuestra provincia y el país, no sólo desde lo económico sino desde el cuidado de los recursos naturales y la sostenibilidad”, expresó Busso.

“La medida de restricción no resuelve los problemas de fondo y genera escenarios de incertidumbre en el medio de una campaña con variables complicadas desde lo climático, social, económico y sanitario”.

El titular de la cartera agrícola cordobesa se mostró positivo con respecto de la apertura de una conversación y eventual acuerdo entre las partes y afirmó que a la provincia mediterránea se encuentra especialmente afectada por esta medida, ya que es la mayor productora a nivel nacional.

“La medida de restricción no resuelve los problemas de fondo y genera escenarios de incertidumbre en el medio de una campaña con variables complicadas desde lo climático, social, económico y sanitario”, detalló Busso.

El funcionario bregó por la búsqueda de consensos a través del diálogo para generar propuestas superadoras: “Entendemos que el objetivo es compartido en la búsqueda de una Argentina productiva, que beneficie a toda la sociedad y consolide desde la agroindustria su competitividad a nivel mundial”.

Por otro lado, el Ministro celebró las medidas que “alientan a la producción y generación de valor como el Decreto 1060/2020,” y que fomentan la reducción de Derechos de Exportación de Economías Regionales a nivel nacional.

“En Córdoba, esta medida impacta de manera positiva en las legumbres, la alfalfa, el maíz pisingallo que vienen mostrando su potencial y crecimiento. Y abre oportunidades mejorando su competitividad a las cadenas de la miel, papa, carne ovina, carne caprina y otras actividades como la frutihortícola”.

Ante la disposición de cerrar los registros de exportación de maíz impuesta por el Gobierno nacional, diferentes entidades del agro solicitaron en forma urgente la "normalización" de las exportaciones. La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA), a excepción de Coninagro, determinaran el cese de comercialización de todos los granos durante tres días, a partir de las 0 hs del lunes 11 de enero. 

En el caso de la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales, esta organización también se mostró en contra de la medida del Gobierno, ya que consideran que atenta contra su producción y exportación, y a favor de un cese de comercialización en reclamo.

Desde la federación, detallaron que no hay una amenaza de escasez de maíz. De hecho, Argentina logró la segunda mayor cosecha de la historia con 51 millones de toneladas.

Según los acopiadores, las existencias a la fecha en el mercado interno suman más de 8 millones de toneladas, volumen por demás suficiente para proveer las 3,46 millones de toneladas que necesita el mercado interno durante el bimestre de pleno verano. Según los acopiadores: “Es necesario conocer la realidad del mercado granario para evitar tomar medidas desafortunadas.”

Desde esta óptica, la Federación se suma al reclamo de los productores y espera que el Gobierno nacional “rectifique la medida en procura del crecimiento de la producción, la comercialización, del consumo interno y de las exportaciones agroindustriales.”

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Fuente: Télam