Silos de primera
Un buen lote de maíz destinado a silo debería planificarse desde la siembra con el objetivo de lograr cosechar más materia verde por hectárea y de mayor digestibilidad. Esos objetivos son más frecuentes alcanzarlos con una siembra temprana, con una mayor densidad de siembra y nutrición nitrogenada que la recomendada para un maíz de cosecha.
Por Gerardo Gallo Candolo | 08-08-2021 12:15hs
Cuando se planifica la gruesa muchas veces no se tiene en cuenta el maíz destinado a silo en sus exigencias específicas, ya que en febrero o marzo es común observar que se elige un buen sector del mejor lote agrícola y se corta para confeccionarlo, pero los mejores resultados se tienen cuando tenemos presente desde la siembra que ese maíz va a ser destinado a silo. Eso es por el rinde en materia verde por hectárea, pero fundamentalmente por la calidad del silo obtenido.
Si el silo va a ser destinado a animales de menores exigencias la calidad es menos importante que en planteos más exigentes, como categorías de terminación o tambo. En todos los casos es importante analizar el silo para calcular la suplementación proteica; cuando el silo es de alta calidad economizamos en suplementación proteica.
Para lograr buena calidad debemos tener muy claro dos objetivos: obtener una buena proporción de grano y alta digestibilidad de los tallos. Estos objetivos son más frecuentes alcanzarlos con una siembra temprana, logrando una alta densidad de siembra y una nutrición nitrogenada mayor a la recomendada para un maíz de cosecha.
Partimos de la base que para silo se tiene que sembrar un híbrido de alto rendimiento en un buen lote, además de un excelente control de malezas y plagas. Así se piensa como regla general para un lote agrícola, pero la particularidad de sembrar siempre temprano es para tener una mejor proporción de grano. Una mayor densidad, acompañada con una buena dosis de nitrógeno, nos permite alcanzar mejores rindes en materia verde y de mayor contenido de nitrógeno en caña y grano. Una siembra temprana nos asegura picar en pleno verano y no entrar en un otoño de ambiente húmedo; además de desalojar el lote para permitirnos sembrar un verdeo de verano o pradera.
Es una cuestión fisiológica que las siembras tardías de maíz logran plantas más altas pero con una menor proporción de grano. Sembrar una mayor densidad también implica observar plantas más altas, pero acompañadas con una dosis superior de nitrógeno sumamos rinde y unas cañas y hojas con mayor contenido proteico.
Como los lotes agrícolas, no debemos descuidar el fertilizante fosforado a la siembra y otros nutrientes importantes para el maíz como Azufre y Zinc para aquellos lotes de máximo potencial.