Sopa de Murciélago: ¿La causa del coronavirus?
Consumido como 'manjar' en Asia, podría ser el origen de la epidemia que afecta al mundo.
Por Redacción El Agrario | 29-01-2020 03:15hs
Un análisis genético del coronavirus 2019nCoV (el virus originado en China a fines de diciembre del 2019), reveló que ésta combina dos cepas de coronavirus de previa existencia, una de estas cepas se halla en los murciélagos, mientras que la otra permanece desconocida. A partir de ese hallazgo, científicos afirmaron que la sopa de murciélago que se comercializaba en el Mercado de Animales de Wuhan, podría estar estrechamente relacionada con el origen del coronavirus.
Por más sorprendente que parezca este plato, el menú del mercado está repleto de animales exóticos: serpientes vivas, cigarras, tortugas, ratas, tejones, erizos, nutrias, entre otros alimentos inusuales que en muchos casos son fuertemente cuestionados desde una perspectiva occidental.
El plato que podría ser el origen de la epidemia que ya totalizó 106 víctimas, es una sopa que contiene murciélago completo, incluidas las alas y la cabeza del mamífero. Es considerado un manjar y se le atribuyen cualidades medicinales benéficas para los problemas respiratorios. Irónicamente, el consumo de éste animal por los humanos podría ser el desencadenante de la trasmisión del coronavirus 2019nCoV que afecta el sistema respiratorio de manera similar a una neumonía aguda.
Más allá de que la revista Life Science china le adjudique la trasmisión del virus (de animales a humanos) a este plato, el Mercado de Wuhan es sólo uno de los miles de mercados asiáticos que comercializa animales salvajes en condiciones de hacinamiento y así, según el biólogo de la ONG EcoHeatlh Alliance, es que "surgen enfermedades nuevas y nacientes que la población humana nunca antes ha visto".
De una u otra manera, el descubrimiento científico que vincula la sopa de murciélago con la epidemia de escala mundial, pone en pugna a todas las tradiciones y culturas en los cuales comer animales salvajes tiene propiedades benéficas o religiosas. Se trata de una discusión que existía anteriormente en un plano ético: todos los años medios de todo el mundo muestran con reproche y juntan firmas para evitar la realización del Festival de Yulin (China) en el que comen miles de perros.
Existen precedentes de epidemias vinculadas a animales salvajes, se cree que el SARS (Coronavirus que diezmó Asia durante el 2002 y 2003) se engendró en los mercados de vida silvestre en China, en los que la gente consumió animales que portaban la infección y contrajeron el virus. Durante ese brote,las autoridades chinas fueron severamente cuestionadas por la falta de supervisión y control en el tráfico de animales y salubridad de los mercados.
Actualmente, la comunidad internacional reclama para que mejoren las regulaciones en torno a estos gustos culinarios que más allá de las tradiciones ponen en riesgo a toda la población mundial, pudiendo trasmitir a los humanos virus de origen animal sin precedentes. La reacción de las autoridades chinas fue tardía y escasa, pese a conocer la realidad de los mercados, recién el 22 de enero del 2020 prohibieron la venta de animales salvajes en las provincias Wuhan, Hanan y Mongolia.
El 24 de enero, funcionarios de agencias nacionales anunciaron controles más estrictos y hasta la suspensión a nivel nacional de la venta y transporte de animales que puedan estar vinculados con el coronavirus. Sin embargo, sólo especificaron que estas medidas incluyen a los tejones y ratas de bambú.
Argumentando que el brote se originó en los mercados, The Wildlife Conservation Society, una organización defensora de animales, solicitó la prohibición de la venta comercial de fauna en mercados ya que son "una amenaza para la salud pública". "En mercados como estos, donde hay animales metidos en jaulas pequeñas en puestos de mercados concurridos, era el laboratorio perfecto para la incubación involuntaria de nuevos virus que puedan penetrar las células humanas", afirmaron.
Por otra parte, los consumidores chinos, defienden en el consumo de animales salvajes no sólo por la creencia de que tienen beneficios para la salud sino porque son " una fuente alternativa de proteína para regiones empobrecidas, así también como una fuente de ingreso para sacar a la gente de la pobreza"