Con la presentación del proyecto de ley que establece el marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, el Gobierno nacional le dará impulso a una industria que promete ser revolucionaria para el país.

En el plano económico, se estima que se podrían generar unos 10.000 empleos en un plazo de 24 meses e incrementar en cientos de millones de dólares el ingreso de divisas. Esto se suma a que se trata de una industria federal, que puede realizarse en gran parte del territorio nacional, lo que colaboraría para el desarrollo de las economías regionales, evitar la migración desde las áreas rurales a los centros urbanos e, inclusive, también se apunta a la reconversión de algunas economías, como el cultivo de tabaco.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, afirmó que "el mercado de cannabis medicinal y cáñamo industrial crece exponencialmente a nivel global, es una nueva fuente de empleo de calidad y desarrollo productivo", y ponderó la "gran oportunidad que tiene Argentina para ser líder regional, por sus capacidades agropecuarias e industriales y su entramado científico productivo".

Muestra de lo explicado por el ministro se puede apreciar en los números globales del negocio. Los líderes mundiales de esta industria son Estados Unidos, Canadá e Israel. Se estima que, para dentro de tres años la producción global alcanzará los 42.700 millones de dólares, generando cientos de miles de puestos de trabajo y ganancias extraordinarias para las empresas y los productores del sector.

La industria del cannabis y del cáñamo no solo está destinada a los productos medicinales y fisioterapéuticos. Hay un importante sector dedicado a la investigación que podrá trabajar en el mejoramiento de las plantas y semillas y puede ser clave para la industria de la exportación. Por otro lado, en relación al cáñamo, Kulfas resaltó que el objetivo central es "permitir el desarrollo de esta industria, que es una variedad específica con baja concentración de THC no psicoactivo" para impulsar su uso como insumo para varios sectores productivos, fibras textiles, ropa y calzado, cosméticos, materiales para la construcción y papel. Este recurso implicaría un doble beneficio, por un lado, el económico y, por otro, el medioambiental, reemplazando productos con alto nivel de contaminación como derivados del petróleo, por un recurso agropecuario, renovable y sustentable.

El presidente de la Cámara Argentina de Cannabis (Argencann), Pablo Fazio, consideró como "un hecho histórico" el proyecto presentado por el Gobierno para regular el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y del cáñamo. Resaltó la posibilidad de negocios que se abriría para el país al poder “desarrollar una agenda de inversión, producción, innovación, generación de empleo y divisas, de la mano de la dinamización y diversificación de la matriz productiva de nuestras economías regionales”.

Con un gran entusiasmo depositado en que empiece a funcionar esta industria, Fazio aseguró: "Argentina ostenta un liderazgo global en producción agropecuaria; somos un país agroindustrial, con capacidad instalada, recursos humanos capacitados, una institucionalidad tecnoproductiva muy potente, un ecosistema académico y científico de excelencia. También tenemos una de las comunidades emprendedoras más vibrantes de Latinoamérica. Estamos en condiciones inmejorables para hacerlo realidad".

El proyecto, que será enviado al Congreso nacional, busca establecer un marco normativo para el desarrollo industrial de cannabis medicinal e incentivar el desarrollo de pymes y cooperativas, así como establecer la regulación de la cadena de producción y comercialización nacional  con fines de exportación de la planta de cannabis, sus semillas y productos derivados, siempre que sean con fines medicinales.

El principal punto del proyecto de ley tiene que ver con la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) encargada de entregar las licencias de producción. La agencia funcionaría bajo la órbita de Desarrollo Productivo y también participarían los ministerios de Salud, Agricultura, Ciencia y tecnología y Seguridad.

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