Con una gran inversión, se instalará en Tandil la primera planta del país que utilizará rastrojo de trigo para fabricar paneles de construcción y que podría comenzar a funcionar a partir del primer trimestre del próximo año.

Este sistema, utilizado hace varias décadas en Estados Unidos, Australia y diferentes países de Asia y Europa, presenta ventajas ambientales claves, como la fijación del carbono, que en vez de ser emitido, queda dentro de las placas. Además, en el proceso de fabricación no se emplean productos químicos ni aditivos y utilizan 88% menos de energía que en la producción de paneles de yeso.

Los paneles, por su parte, son completamente reciclables y de fácil disposición final. A nivel funcional se caracterizan por lograr un buen aislamiento acústico, por ser resistentes, ignífugos y por su gran utilidad para techos, paredes o cielorrasos y para reemplazar otros materiales.

Sin bien todavía no se definió la locación de la planta, su instalación estará a cargo de la empresa Bioceres conjuntamente con un grupo de socios estratégicos como la empresa australiana Ortech, que posee vasta experiencia en la producción de este material.

A nivel local, serán parte del proyecto la Cooperativa de Viviendas Falucho y productores de trigo de la zona.

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