Teledetección al servicio de la protección de los ecosistemas
La tecnología satelital se presenta como una herramienta fundamental para la prevención del desmonte y los incendios forestales.
Por Pamela Portigliatti | 06-09-2021 09:00hs
La expansión agrícola es uno de los principales factores en el cambio del uso del suelo. Para el desmonte, el fuego es empleado de manera extendida como método que sirve a la transformación y la remoción de la cubierta vegetal original.
Sin control ni pericia, los incendios intencionales impactan de manera negativa afectando directamente a los ecosistemas como los bosques y selvas produciendo alteraciones a la biodiversidad, el clima y los ciclos del agua, el aumento las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros. Aunque parezca complejo de abordar, evitar estos y otros resultados indeseados, es viable a través de la planificación y del miramiento estatal.
Para tal fin, Argentina implementó en el año 2010 la Ley Nº 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de Bosques Nativos. Este instrumento legal fue creado con el objetivo de proteger y regular el uso “tanto los bosques nativos de origen primario, donde no intervino el hombre, como aquellos de origen secundario formados luego de un desmonte, así como aquellos resultantes de una recomposición o restauración voluntarias” para un manejo sostenible de los mismos.
Junto con la ley, la tecnología se vuelve un aliado fundamental en la protección de estos ecosistemas y la prevención de incendios forestales. Las herramientas de teledetección resultan, por su gran cobertura, una valiosa herramienta para el diseño de políticas públicas y planes de manejo del fuego adaptados a cada territorio.
Carlos Di Bella, docente del Departamento de Métodos Cuantitativos y Sistemas de Información de la Facultad de Agonomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), explicó a “Sobre la Tierra”, el medio de la casa de estudios, que actualmente es posible disponer de información “proveniente de muchísimos satélites que nos aseguran una cobertura global del fenómeno de los fuegos”. Entre otras ventajas, mencionó a la resolución espacial y la frecuencia con la que se pueden obtener esos datos: “Tenemos plataformas satelitales que brindan información cada 10×10, 30×30 o 250×250 metros. También contamos con información diaria, en algunos casos en tiempo real, del avance de estos fenómenos”.
“Los sensores remotos nos brindan enormes volúmenes de datos que sirven para monitorear y alertar la ocurrencia de estos y otros fenómenos”, explicó el docente, a la vez que destacó que muchos de estos recursos son gratuitos y suponen un trabajo menos costoso y engorroso que el trabajo de campo.
Estableciendo una trazabilidad de estos eventos, basada en los datos que arroja la teledetección es posible “alertar y trazar estrategias para frenar los desmontes y seguramente también para construir una solución en conjunto con el sujeto que está en el territorio. Más aun, la temporalidad de la información de los sensores remotos permite analizar qué se hizo con esas tierras luego de los incendios”.
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