La ministra de Salud, Carla Vizzotti, junto a su par de Turismo y Deporte, Matías Lammens, días atrás, en una conferencia de prensa realizada en la Sala de Periodistas de la Casa de Gobierno, dieron a conocer que próximamente el país contará con una tercera dosis y refuerzos para hacerle frente a la COVID-19. Ante el anuncio realizado por el Gobierno, El Agrario dialogó con trabajadores y trabajadores pertenecientes al mundo de la salud, para conocer su opinión frente a esta tercera dosis, y para saber cuál es su proyección frente a esta nueva normalidad. ¿Qué dijeron?

La ministra fue cauta y aclaró que, en una primera instancia, esta tercera aplicación estará destinada a personas con factores de riesgo, y aquellos mayores de 50 años que hayan recibido la Sinopharm. Luego en diciembre, a pesar de que se abrirá la vacunación para el resto de la población, al igual que antes, habrá que respetar un esquema de etapas. Tal como manifestó la funcionaria, integrantes del plantel de salud, serán los primeros en la lista por tener mayor exposición al virus. Si bien el personal médico, de enfermería, de dirección y administración, logístico, de limpieza, gastronómico, ambulancieros y demás, que presten servicios en establecimientos de salud donde se efectúen atención de casos sospechosos, realización de muestras, tests y tratamiento de COVID-19, son los que están más expuestos, claro está que todos los que trabajan dentro del campo de la salud tienen un mayor riesgo ante el coronavirus.

El cardiólogo Mario Fitz Maurice manifestó que desde hace tiempo esperaba este anuncio, “sobre todo para personal de salud, grupos con factores de riesgo y mayores de 65 que se aplicaron la segunda dosis hace más de seis meses. El tema a resolver es que, antes de empezar con esta tercera ronda, es necesario que toda la población ya pueda contar don dos vacunas aplicadas”. La doctora Diana Morcillo, cirujana, cumplió rápidamente el cronograma de vacunación anteriormente aplicado explicó: "Si fuera necesario darse la tercera dosis de la vacuna, estoy de acuerdo con su aplicación porque con ello se completa la inmunidad necesaria para protegernos de la COVID-19 como sucede con otras enfermedades, por ejemplo, la Hepatitis B. Confío en los investigadores que están trabajando día a día para controlar la pandemia".

Se necesita visión, ética y responsabilidad frente a la inmunidad de la población.

Por su parte, Laura Fuertes, kinesióloga de terapia intensiva del Hospital Argerich, quien vivió la experiencia de ser una de las primeras profesionales de la salud en aplicarse la vacuna cuando inició el plan de vacunación a fines de diciembre del año pasado, sostuvo que, de forma oficial solamente llegó el comunicado de avanzar con personas inmunocomprometidas y con los mayores de 50 años que se hayan aplicado la vacuna china. "El personal de salud se vacunará cuando las autoridades habiliten la tercera dosis", realzó.

Mabel Castaño, empleada administrativa de una clínica de la ciudad de Buenos Aires, quien desde el comienzo de la pandemia cumplió con sus tareas siendo personal esencial, aseveró que "todo lo que sea para mejorar la calidad de vida de la gente, es fantástico. Una tercera dosis es necesaria, la pandemia no terminó, y existen aún los contagios y los rebrotes, pero desde las autoridades políticas deberían administrar de mejor manera la dosificación. La experiencia mostró que, si bien se cumplieron los esquemas, muchas personas que tenían prioridad debieron aguardar mientras otros contaban con su aplicación. Se necesita visión, ética y responsabilidad frente a la inmunidad de la población".

Gisela Yanarico, enfermera de neonatología, subrayó que para ella "a final de cuentas, esta vacuna, va a terminar siendo como la de la gripe, en donde los del personal de salud y aquellos con factores de riesgo la van a recibir anualmente". En la misma línea recordó que en su caso, ya va a cumplir un año de su primera aplicación. La licenciada en nutrición, Laura Lía, en sintonía con esta posibilidad, opinó que,"como sucede con las vacunas antigripales, es esperable que existan dosis de refuerzo, según vaya mutando el virus Sars Cov 2".

Si bien con algunos pacientes se puede retomar la presencialidad, muchos otros están conformes y eligen la metodología de lo virtual.

La licenciada en kinesiología en neurodesarrollo, Belén González, sostuvo que "las vacunas salvan vidas", y en consiguiente destacó que "no solo en el caso de la COVId-19, si no en general". "Considero fundamental que toda la población complete los esquemas de vacunación. Es necesario que los que estén en primera línea de contacto con el coronavirus sean los primeros que puedan recibir este refuerzo, no solo para su protección si no también para cuidar a todas las personas y evitar que se lleve el virus de un lugar a otro". La especialista además remarcó que, en su caso, a pesar de no trabajar en hospitales o en contacto directo con personas afectadas, trabaja con niños y adolescentes que, en su gran mayoría, tienen una discapacidad y pertenecen al grupo de factores de riesgo. En tal sentido, destacó que muchos no tienen la posibilidad de utilizar barbijo por ser pequeños o porque su capacidad cognitiva no lo permite, por lo tanto "la manera de protegerlos a ellos, más allá de aplicar todos los protocolos sanitarios, es poder estar inmunizada. De esta forma, se evita la circulación del virus, en ellos, en mi y en mi familia", sumó.

Haciendo hincapié en la rama de la psicología, profesión que estuvo muy presente a lo largo de la pandemia cuando muchas personas se vieron afectadas por la cuarentena y las medidas aplicadas, la licenciada Josefina Badano, especializada en adolescentes y adultos, afirmó que "las cosas se hicieron bien, siempre se supo que esta vacuna se aplicaba en un momento de urgencia, y sirvió para ponerle un freno a la pandemia. Es necesaria una tercera dosis para también poder parar las nuevas variantes". Respecto a su actividad, reconoció que si bien con algunos pacientes se puede retomar la presencialidad, muchos otros "están conformes" y eligen la metodología de lo virtual. "Esta forma, en muchos casos, llegó para quedarse", apuntaló.

La licenciada Cecilia Comerci, en su caso, sostuvo que "hay poca información, aún no se sabe bien qué es el coronavirus y si las vacunas sirven realmente. Hay muchos interrogantes, y muchas respuestas contradictorias. Por tal motivo, es lógico que la gente tenga miedo o desconfianza, pero no se puede seguir viviendo de esta manera. Todos los países están aplicando una tercera dosis, lo que mostraría que es necesaria y que se debe aplicar. Desgraciadamente este virus se va a quedar, y si muta como la gripe, tal vez sea necesario que todos los años se aplique un refuerzo". A la hora de hablar de su trabajo en tiempo de pandemia asumió que se vio afectada porque la demanda de pacientes disminuyó. Referente a la virtualidad sentenció que, a pesar de que en este campo se trabaja mucho con la voz de los pacientes a veces es necesario poder ver toda su expresión corporal, y una cámara no lo permite.

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