En las tierras de la Reina Cleopatra, ese lejano y tan extraño Egipto, para gauchos de estas Pampas, se aprobó importación de una nueva experiencia de nuestro hermano Brasil.

Seguramente esto importa poco para ese gran exportador sudamericano, pues seguramente este producto puntual se perderá en ese mar de grandes negocios. Gracias a las políticas de estado del Brasil, tanto en gobiernos de izquierda como de derecha e incluso durante la dictadura, el país se consolido como exportador. Lo que hoy representa, en el rubro de los agronegocios, la suma de U$S 52 mil millones de dólares, para el comercio mundial, solamente hablando del período de enero a junio del 2020.

Además, quiero agregar, que esta política de expansión de Brasil, no para, pues el crecimiento interanual de igual período del 2019 y 2020, entre enero y junio, es del orden del 10%, lo cual significa una importante expansión de los agronegocios para la exportación.

La relación en el mercado internacional, no es la relación del almacenero de la esquina, que entras y salís a tu voluntad y estado de ánimo, es una continuidad de hechos que van desde el conocimiento mutuo, un proceso de menor a mayor continuo y lleno de compromisos y cumplimientos en calidad y cantidad de buenos productos, como así también respecto a los pagos.

Es por eso que Egipto es el decimocuarto importador principal de carne de pollo de Brasil. Por ejemplo, entre enero y junio de este año, Egipto importó 39.100 toneladas, dando un volumen superior al 27% el total comercializado en el primer semestre del año 2019.

Un dato para entender el potencial del país vecino y cómo construye su "mapa internacional en comercio exterior",  es que Brasil tiene abiertos a la fecha 85 mercados externos, solo para estos productos agrícolas.

Como prueba de esta continuidad y la lucidez de la Cancillería carioca, la autorización de productos de aves rebozados se hizo automáticamente, es decir, aquellos productores de pollo crudos que ya están habilitados por Egipto, automáticamente se pueden exportar los termoprocesados de aves. En pocas semanas esta dinámica de comercio llevó a que se pidan licencias para envíos que superaron permisos por más de 1,5 mil toneladas.

De esta manera, Brasil complementa la ya existente demanda de granos, que exporta a Egipto desde hace décadas, sumando al pollo entero, el valor agregado de los productos termoprocesados de aves.

Este camino que abre Brasil, puede ser un nuevo faro a seguir por Argentina, que demuestra día a día conocimiento y actitud clara de compromiso con nuevos niveles de exportación de nuestro Canciller, el Ing. Felipe Sola.

Si te interesó la nota, te sugerimos leer: China detectó COVID-19 en pollos importados de Brasil