Daniel Ahumada, tras ser víctima de la usurpación de su campo ubicado en Cruz del Eje, Córdoba, en abril del 2020, lo recuperó. La Justicia le restituyó la legítima posesión.

La Federación Agraria Argentina (FAA) acompañó al productor en todo el proceso asesorando y ayudándolo para alcanzar una pronta solución frente a dicha problemática. En tal sentido, la institución, a través de sus redes sociales, publicó un video donde muestra a Ahumada contando su experiencia. En otra oportunidad, y de similar manera, subió otro contenido audio visual donde la abogada del caso, Andrea Sarnari, brindó detalles del acontecimiento, y el presidente de la FAA, Carlos Achetoni, dejó plasmada su postura frente a la problemática. Además el organismo emitió un comunicado de prensa que al hacerlo público, contó con gran apoyo hacia Ahumada por parte de productores agropecuarios.

Situación

Tal como dieron a conocer desde la FAA, el 14 de abril de 2020, Daniel Ahumada fue víctima de la usurpación de su campo. Desde la institución dejaron en claro que el usurpador tenía un arma de fuego, la cual utilizó para amenazar a Daniel, quien se encontraba junto su madre y su hijo.

¿Cómo pasó esto? El predio en cuestión corresponde a la familia de Ahumada, que lo adquirió en 1962, y se encuentra ubicado a 1.700 metros de altura, a la cual Daniel, en el video la definió como "una zona muy inhóspita". En tal sentido, contó que el año pasado, en plena pandemia de COVID-19, vecinos de la zona le avisaron que había personas que buscaban usurparle su terreno, acción que lo llevó de inmediato a acercarse a la zona. Allí  detectó la entrada de gente con camiones, y cuando intentó dialogar "un tipo a mano armada" lo  quiso increpar, declaró Ahumada.

¿Qué argumentaba el supuesto usurpador? "Que ese campo era de él, que lo había comprado", subrayó el cordobés, asumiendo que la situación se desarrolló de forma "muy violenta". "Una camioneta que te golpea el portón y te quiere llevar por delante. Un hombre que se baja con un arma y te apunta a la cabeza y al pecho diciéndote que te va a matar, que si entraba a mi campo, me tiraba", agregó el afectado, sosteniendo que pensar en el prócer San Martín le dio las fuerzas necesarias para defender lo suyo. "Sentía que mi campo era mi patria, y la debía defender”, contó Daniel.

¿Por qué pasan estas cosas? Tal como describió el productor ganadero cordobés, fue su abuelo quien en el año 62 adquirió dicho campo, convirtiéndolo a él como heredero y tercera generación del mismo. "Pero lamentablemente en esta zona tenemos problemas de planos, de titulación. El Estado provincial no lo resuelve, pero anualmente nos cobra los impuestos", sentenció.

Solución en puerta

Daniel contó que a un año de aquel incidente, debido a la usurpación y a que su campo quedó con "una medida judicial de no innovar", pasó 12 meses sin poder trabajar. En tal sentido, mencionó que en ese tiempo, la fiscalía trabajó arduamente y contó con el acompañamiento de la Federación a nivel provincial, nacional, y gremial. "Hoy tengo la buena noticia de que mi campo me fue entregado el lunes 26 de abril. La persona que usurpó el campo fue imputado por ese delito y por amenazas calificadas", aseveró el afectado.

A la gente, que no bajen los brazos, lo que es de uno, es de uno. Hay que cuidarlo, apoyándose en las instituciones para vivir en armonía, en democracia.

Frente a todo lo acontecido, Daniel se mostró reflexivo en el video y destacó que fue "un año duro económicamente, con mucha frustración a nivel familiar", aclarando así que para un productor, el campo es una forma de vida, y a él "le quitaron esa posibilidad". Siendo más alentador, realzó que "gracias a Dios la justicia actuó acorde. Estoy feliz porque quiero seguir trabajando, evolucionando".

Cerrando sus declaraciones, Daniel decidió brindarle un mensaje a todos los que son parte del sector agropecuario: “Frente a algo así, mi mensaje es nunca bajar los brazos. Pedir apoyo a las instituciones, que el productor se comprometa y que participe, porque muchas veces las instituciones no van porque no saben que existimos. Hay que jorobar, comprometer a los directores, usar las instituciones como FAA y muchas otras porque están para esto. A la gente, que no bajen los brazos, lo que es de uno, es de uno. Hay que cuidarlo, apoyándose en las instituciones para vivir en armonía, en democracia. Que no se archiven las causas, como le pasa a muchos. Crean en las instituciones, nací gritando y esta vez gané porque nunca me callé. Yo molesté, porque no era justo lo que me pasaba”.

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