Las devociones populares, rituales y ceremonias conforman un fenómeno de fe externo a las iglesias que genera multitudinarias movilizaciones. Si bien no se trata de religiones, están contempladas dentro del turismo religioso por las autoridades del sector. Tal es el caso del Gauchito Gil y la Difunta Correa y las celebraciones por el día de la Pachamama y el Inti Raymi (o del Sol), entre otras.

Estas celebraciones, provocan gran expectativa en el turismo, ya que demandan hospedaje, gastronomía, la venta de recuerdos, artesanías, baratijas y excursiones a destinos y atractivos cercanos, proveyendo de trabajo también a guías y transportes turísticos.

En este contexto, la fiesta del Gauchito Gil, realizada en Mercedes, provincia de Corrientes, reunió el año pasado a unas 700 mil personas.Dentro del turismo religioso, muy pocas celebraciones pueden alcanzar ese número, como la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro, en Salta, o la Fiesta de la Virgen del Valle en Catamarca.

Por su parte, la Difunta Correa, cuyo santuario se encuentra en el paraje sanjuanino de Vallecito, posee actividad todo el año pero mucho más en Semana Santa.Además,en diferentes fechas ocurren otras celebraciones como el Día de las Ánimas, 2 de noviembre, la Cabalgata de la Fe, 5 de abril, la Fiesta del Camionero, en vacaciones de invierno, y la competencia ciclística la Doble Difunta Correa, a fines de diciembre.

En este sentido, la referente técnica en Turismo Religioso de la Dirección Nacional de Planificación y Desarrollo perteneciente al Ministerio de Turismo y Deportes, Claudia Boente, explicó en declaraciones periodísticas que si bien no hay una religión de por medio, "ya que religión viene de 'religar', 'ligarse a Dios'", las devociones populares se encuentran dentro del turismo religioso. 

Asimismo, comentó que la política del Ministerio es la de libertad de culto, por lo tanto deben considerar a todos los cultos, siempre que sean turísticos. De esta manera, la cartera divulga todas las devociones turísticas, como el Gauchito Gil, la Difunta Correa, la Pachamama, el We Tripantu de los mapuches y ranqueles y el Inti Raymi, el año nuevo agrícola o Fiesta del Sol de los pueblos andinos.

Adicionalmente, "existen devociones como el caso de Gilda, nombrada Santa Gilda, y Eva Duarte, que también la hicieron santa, mientras que a Ceferino, hace 70 años no lo tenían como devoción y ahora lo llaman santo, aunque es sólo un beato" explicó Boente . Otras, en cambio, "pasaron sin pena ni gloria, como Rodrigo, que no avanzó, y como otros cantantes, tuvo su santuario pero después fueron abandonados."

Por último, la experta añadió que existen muchos personajes convertidos en devociones, entre ellos se destacan  "los cultos a Pancho Sierra, al paisano Antonio María, a Curuzú José, al Gaucho Olega, a los angelitos Adrianita y los hermanos Lucas Hallao, a Pedrito Sanhueso y hasta a Garrincha y Gardel querían hacerlos santos".

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Fuente: Télam

Foto de portada: Télam