Uno de los primeros fabricantes del dulce de membrillo fue Carlos Noel, quien en la mitad del siglo XIX lo elabora en su planta industrial. Pero la excelente combinación del queso y dulce es una antigua tradición del norte argentino, en particular el quesillo con dulce de cayote.

En los restaurantes y fondas argentinas el dulce de membrillo con queso es uno de los postres más requeridos y luego se hizo extensivo al dulce de batata, pero la pregunta es:

¿De dónde viene el nombre vigilante?

Según cuenta la historia su nombre se originó en una fonda ubicada en Palermo en la década de 1920, en este comercio concurría con mucha frecuencia el personal policial de una comisaria cercana, en este local gastronómico se ofrecía un postre muy práctico para comer, ya que no era necesario utilizar cubiertos y permitía realizar el patrullaje a pie mientras se lo degustaba. Por extensión y popularidad se lo comenzó a llamar “postre vigilante”, hasta ese momento era un simple “postre de la casa”.

Pero Balmaceda sostiene que posiblemente era el postre favorito de los policías, más por necesidad que por vocación, ya que sus escasos salarios los obligaban a elegir lo más económico de la carta, es decir, un simple “queso y dulce”.

El “vigilante” es pura simpleza formando un matrimonio perfecto Queso y Dulce que ni siquiera empalaga.

Membrillo o batata… esa es la cuestión

El llamado queso fresco es actor indiscutible de este postre estrella. Sin embargo, el dilema comienza a la hora de elegir quien será el compañero para esta dupla, “membrillo o batata”, muchos opinan que el verdadero compañero es el dulce de membrillo, pero otros dicen que la dupla vigilante es el queso fresco y el duce de batata.

Propongo una encuesta:

¿Para un postre vigilante, dulce de membrillo o dulce de batata?