Científicos de todo el mundo vienen trabajando incansablemente para aportar desde la ciencia un paliativo en la lucha tan desgarradora que nos toca transitar frente al coronavirus.

Es así que, en nuestro país, precisamente en Puerto Madryn, provincia de Chubut, un grupo de científicos e investigadores del CONICET, el INTA y la Universidad San Juan Bosco, Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR), lograron identificar una molécula en un erizo de mar.

En los huevos de este organismo de mar existe un compuesto que ahora es estudiado por la presencia de una molécula que cuenta con propiedades antivirales y antimicrobianas que podrían ayudar a combatir el COVID-19.

La iniciativa fue presentada en respuesta a la convocatoria "Ideas Proyecto IP COVID 19" del Ministerio de Ciencia.

Los antioxidantes y los complejos nutricionales que tiene el erizo de mar, animal que habita en el Golfo Nuevo, accidente costero ubicado al noreste de la provincia de Chubut, son la base del trabajo de los investigadores.

Las instituciones de la Patagonia cuyos aportes son de sectores públicos y privados, trabajan de manera mancomunada. Presentaron el proyecto a autoridades nacionales para obtener los fondos necesarios, poder terminar de desarrollar la droga y comenzar a probarla en humanos para combatir las consecuencias del ataque de esta enfermedad.

La iniciativa fue presentada en respuesta a la convocatoria "Ideas Proyecto IP COVID 19" del Ministerio de Ciencia, por lo cual en 15 días los investigadores podrán saber si cuentan con los fondos para continuar con las pruebas in vitro.

El desarrollo cuenta con el aval de científicos de las instituciones antes mencionadas, como así también de empresas privadas, entre ellas Arbacia, compañía dedicada a la obtención de productos para la industria farmacéutica, nutracéutica y cosmética a través de la producción de erizos de mar.

Tamara Rubilar es investigadora de CESIMAR-CONICET, Directora del Instituto Patagónico de la UNPSJB y líder del grupo de investigadores que trabajan en este proyecto. Según declaraciones a la prensa explicó: “Yo trabajo con erizos de mar hace aproximadamente 15 años, en ciclos reproductivos, bioquímicos y temas ecológicos. Siempre estuvimos enfocados en las moléculas, sus ácidos grasos y, a medida que pasaron los años, en los pigmentos que  tienen diferentes funciones en la salud humana que algunos se conocen y otros no. Existen dos medicamentos en Rusia enfocados en esta molécula en particular”.

Nos llena de orgullo tener en nuestro país profesionales de esta talla, comprometidos con su trabajo. Son tantas las malas noticias en este tiempo, que cuando nos llega una como esta, nos llena de esperanza